4.000 aficionados ovacionaron el esfuerzo del BCB

La Granadilla volvió a vivir una fiesta con un final amargo. A pesar de plantar cara a un equipo superior, la falta de acierto en el tramo final (8 de 38 triples), anuló las opciones de remontada en el último cuarto.

El equipo de Pablo Cuevas supo aguantar el arreón inicial de los onubenses. Los primeros minutos fueron un tira y afloja en el que ambos equipos desplegaron sus armas. Huelva dominaba la pintura con Potier y Salo, mientras que el Vítaly La Mar contrarrestaba con los rebotes y la velocidad de Osés, Conti y Young. El primer cuarto terminó con ventaja visitante (14-19), pero en el segundo, los locales reaccionaron con un gran acierto desde la línea de tres, liderados por Jaime Paredes, para darle la vuelta al marcador y llegar al descanso con un ajustado 32-31.

En la reanudación, los rebotes se convirtieron en un factor determinante. William y Vázquez impulsaron a Huelva en el tercer cuarto, aunque Paredes, Isma y Nielsen mantenían a los pacenses en el partido con su acierto exterior, cerrando el periodo con un 47-51. Sin embargo, en el último cuarto, la falta de acierto castigó duramente al cuadro local. Los tiros libres no entraban y Huelva aprovechó el desacierto para ampliar su ventaja y tomar una renta insalvable, a pesar del constante aliento desde la grada.

El final del partido se alargó debido a que Huelva intentó arrebatar el basketaverage sin éxito. El encuentro concluyó con un 58-69 y con la grada ovacionando el esfuerzo coral de los pacenses. Isma Vázquez fue el jugador más destacado de los pacenses, firmando 15 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias y 15 de valoración.