Ada Salas: “Un país que no cuida su educación está tirando su futuro a la basura”
5 de Septiembre de 2019
Ada Salas nació en Cáceres en 1965. Es una de las máximas representantes de la poesía extremeña en España y colabora activamente en la difusión de la cultura y la literatura en numerosos foros nacionales e internacionales.
Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura. Impartió clases durante dos años en Francia, en la Universidad de Angers, y en la actualidad es profesora de Lengua y Literatura en un instituto de secundaria en Leganés, Madrid.
7Días ha entrevistado a esta poeta extremeña para conocer de primera mano cuáles han sido sus impresiones y cómo se siente al ser una de las galardonadas con la Medalla de Extremadura, máximo galardón que otorga la comunidad.
Buenos días Ada. Bienvenida a Extremadura7Días. ¿Qué supone para ti recibir la Medalla de Extremadura? ¿Te lo esperabas?
No para nada, no me lo esperaba en absoluto. Es algo que no había podido concebir. Me ha sorprendido muchísimo y he sentido mucha alegría.
¿Qué sentiste al recibir esa llamada del presidente?
Primero no entendía muy bien porque me llamaba el presidente de Extremadura, luego enseguida me lo dijo y me quedé muda.
Pasados unos días desde que conociste que te otorgarían una Medalla de Extremadura, ¿has analizado por qué crees que ha recaído en ti?
Si claro, he pensado porqué han podido pensar en alguien como yo. Creo que en mí han dado una medalla que podrían haber dado a cualquier otro poeta o escritor extremeño, que probablemente la merezca más que yo.
Yo soy una más de entre los que escriben gran literatura en Extremadura. De verdad que hay un nivel de poetas que ya lo querrían muchas otras regiones de este país. Yo he tenido la suerte de compartir gran parte de mi trayectoria con ellos porque muchos nos fraguamos en el Cáceres de los 80, en Mérida o Badajoz. La Asociación de Escritores Extremeños hace una labor, y la sigue haciendo, fundamental para ponernos en contacto y también una labor de estímulo. La Editora Regional también. Yo me he sentido muy acompañada y he aprendido mucho de los compañeros de allí de la tierra. Por eso, la m¡Medalla va para alguien que en este caso soy yo, pero no la considero como mía, considero que es una Medalla que premia a alguien que se dedique a la poesía, lo cual ya es una gran alegría para mí.
¿Cómo se ve reflejada tu tierra en las poesías que escribes?
Yo no hablo de Extremadura específicamente en mis poemas. Mi poesía es abstracta o metafísica… no sé muy bien como calificarla. No es una poesía que hable necesariamente de Extremadura pero es evidente que yo soy extremeña y he crecido en esa tierra, entonces eso me ha marcado y de alguna forma eso se tiene que transparentar en lo que escribo. Seguramente en una manera especial de comunicarme con la naturaleza, también con el arte, con el patrimonio que tenemos en nuestra tierra. Mi padre nos enseñó a amar ese paisaje, que a veces es duro pero es siempre hermoso, y nos enseñó a amar la parte antigua de Cáceres, por eso para mí esta zona de la ciudad es el lugar más hermoso que hay en el mundo de los que yo he conocido. Nada me puede emocionar tanto como caminar por la parte antigua de Cáceres a cualquier hora del día.
Así es que, creo que en cierta medida mi sensibilidad sí está marcada por esos lugares de nuestra tierra y por la convivencia muy estrecha con los paisajes extremeños y lugares como mi ciudad.
Actualmente nos encontramos en la era digital, ¿es fácil fomentar la literatura?
No, creo que es muy difícil. Pero bueno, hay que pelear y luchar. Yo soy profesora de adolescentes. Sé que tenemos mucho en contra pero bueno, podemos usar sus armas para llegar a ellos.
¿Has tenido que cambiar tus técnicas como profesora?
Sí, porque el alumnado ha cambiado mucho. Pero más que los chicos, que son un reflejo de la sociedad, y no son peores, ni muchísimo menos. Tenemos alumnos maravillosos. Yo creo que el cambio a la ley de la LOGSE fue fatal para la literatura, de hecho desapareció la asignatura, ahora es una especie de apéndice de otra asignatura que es Lengua. Yo he dado clase en lo que era BUP y después en lo que es la ESO y Bachillerato y para mí no hay color, era otra forma. La literatura tenía otro protagonismo. La Filosofía, el arte, la historia… digamos que no están de moda. Es muy extraño en nuestro país. Los escritores tienen mucho prestigio pero no unos lectores detrás, no se lee mucho.
Es la prisa, el ruido, la obsesión que tenemos por la rapidez y por el cambio. Y la literatura exige sosiego, silencio, detenerse, exige mirarse hacia dentro, cosa a la que no estamos muy dispuestos.
¿Crees que hace falta un impulso o más esfuerzo por parte de los poderes públicos para fomentar la literatura?
Bueno en nuestra tierra no se hace mal. Creo que se hace una buena labor y mejor que en otras muchas regiones, pero siempre queda mucho por hacer, pero es una labor no solo institucional, es una labor individual, familiar… es un trabajo de los padres con sus hijos, de la escuela… pero la enseñanza está muy maltratada, y eso recae sobre los chicos. Está muy abandonada, no está considerada. Antes un profesor era un persona con mucho prestigio social, ahora no. Si tú no valoras a quien va a enseñar a tus hijos, no le vas a transmitir a ellos ese respeto. El profesor es esa persona que les va a transmitir algo que va a ser fundamental para el futuro de los chicos.
No nos damos cuenta del hecho de que una sociedad pierda fe y no dedique recursos ni pasión a la educación. No sabemos hasta qué punto es tirar piedras sobre nuestro propio tejado. Un país que no cuida su educación está tirando su futuro a la basura.
¿Tienes pensado regresar a tu tierra e instalarte aquí?
No, de momento no. Porque las circunstancias te llevan. Mi hija está aquí, mi trabajo ahora está aquí. Pero tengo una casita en Villuercas, que es mi refugio. Asentarme no, no quiere decir que no quiera volver, pero de momento no lo tengo pensado.
¿A quién le dedicas esta medalla?
A mi padre y a todos los compañeros poetas extremeños. De verdad la comparto con todo mi corazón con ellos y a mi padre que no vive hace ya muchos años. Antes me preguntabas que fue lo que sentí al conocer que me daban la medalla, yo no sé lo que sentí, pero en lo primero que pensé fue en él, en la alegría que le habría dado y lo orgulloso que estaría de vivir este momento. Mi padre también hubiera querido ser un poeta pero la vida no se lo permitió, y tenía unas dotes impresionantes y quería muchísimo a Extremadura, y sé que estará orgullosísimo y feliz, como lo estará allá donde esté.
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