FECCOO: "Preocupan los cambios de la Junta sobre la segunda dosis de Astrazeneca"

La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de Extremadura exige a la Junta que facilite la inmediata vacunación con Astrazeneca a las trabajadoras y trabajadores del sector educativo que así lo soliciten cuando sean convocados por Salud Pública y que se vacune a todo el personal de los centros educativos que han sido excluidos de manera injusta del protocolo de vacunación.

Desde CCOO vienen advirtiendo del malestar que está generando en los centros educativos la gestión de la vacunación que está llevando a cabo la Junta de Extremadura, por la incorrecta actuación de las consejerías de Sanidad y de Educación, respecto de la vacunación de las trabajadoras y trabajadores que fueron vacunados con la primera dosis de Astrazeneca y de los centros que han sido considerados como no esenciales para la vacunación por impartir enseñanzas no obligatorias.

Al colectivo vacunado con una primera dosis de Astrazeneca, tanto desde Salud Pública como a través de mensajes a los equipos directivos, se les está trasladando que “deben decantarse por Pfizer si quieren ser inoculados con la segunda dosis de inmediato o esperar a un segundo llamamiento sin fecha concreta si quieren repetir vacuna con AstraZeneca. A muchas de estas trabajadoras y trabajadores les corresponde la segunda dosis en la primera quincena del mes de junio, por lo que la tesitura en la que les pone la Administración no hace sino aumentar su angustia y condiciona su decisión sin darles una capacidad real de elegir”.

Muchos de ellos, además, tienen que participar en un proceso de oposición que se inicia en dos semanas, como miembros de tribunal o como aspirantes y van a tener que lidiar con la movilización de miles de personas y compartir espacios reducidos durante muchas horas durante todo el proceso selectivo.

Los cambios de la Junta de Extremadura en la toma de decisiones de las últimas semanas y los cambios de criterios a la hora de decidir qué vacuna elegir para la segunda dosis preocupan. La motivación del Ministerio de Sanidad sobre los cambios de protocolo genera dudas, las explicaciones no convencen ni ayudan a tomar la decisión correcta y la sospecha de que el motivo real de animar a la vacunación con Pfizer sea la falta de previsión a la hora de disponer de cantidades suficientes de la vacuna Aztraceneca está en la mente de todos.

El rechazo a mezclar vacunas es unánime en el sector educativo y, seguramente, tiene mucho que ver con los informes emitidos por la Agencia Europea del Medicamento, en sentido opuesto a lo decidido en España respecto a la mezcla de distintas vacunas.

No habiendo consenso entre lo que dice Europa y lo que defiende España, debemos exigir a Salud Pública que facilite la segunda dosis de la vacuna que ya recibieron a las trabajadoras y trabajadores del sector educativo que así lo soliciten, tal y como se está haciendo en otras comunidades autónomas.

Respecto del personal que trabaja en los centros de adultos, escuelas oficiales de idiomas, conservatorios, centros universitarios, academias, autoescuelas, etc., han sido tratados durante todo este tiempo de manera discriminatoria e injusta, al ser considerados personal no esencial por trabajar en centros donde se imparten enseñanzas no obligatorias y, por lo tanto, excluidos del calendario de vacunación sine die. Los centros de infantil, primaria y secundaria se han visto beneficiados por esta medida de gracia, sin embargo, al considerarles prioritarios en el proceso de vacunación por una simple cuestión de conciliación familiar.

La estrategia nacional de vacunación se ha olvidado de estos colectivos por completo. La falta de criterios uniformes, no ya sólo a nivel de comunidades, sino también a nivel de áreas de salud en Extremadura, es ilógica. En algunas, han sido vacunados y en otras no.

La falta de liderazgo de la Consejería de Educación está dando lugar a una discriminación intolerable, tal y como venimos denunciando públicamente desde CCOO desde hace varios meses. La situación de desamparo generada por no haber sabido trasladar las verdaderas necesidades del sector educativo a Salud Pública y el desinterés por defender a sus trabajadores debe terminar de inmediato.