CD. Badajoz: Entre hacerse respetar o continuar en el anonimato
9 de Mayo de 2017
El Club Deportivo Badajoz tiene ante sí otra inminente cita con la historia. Catorce años han transcurrido desde que la entidad blanquinegra comenzara su particular naufragio con el descenso deportivo ocurrido en 2003, un nefasto año.
Más de una década repleta de sobresaltos y dificultades económicas que arrastraban las arcas desde la avaricia de los Tinelli, Tebas, Barradas,… que manipularon cual marionetas bajo la promesa de un ascenso a Primera que nunca llegaría.
La temporada del descenso (2003/2004) fue la única oportunidad de los blanquinegros para recuperar la división de plata. Tras quedar cuartos, el ascenso no pudo conseguirse en los play off, hecho sin duda que hubiese modificado la historia reciente del club.
A partir de entonces el interés por el CD. Badajoz fue disminuyendo a la par que su masa social, incluso, el Gobierno de Celdrán daba la espalda al club mientras el paulatino aumento de la deuda conducía a su desaparición. Sonadas fueron las disputas entre empresarios locales por hacerse con el club más importante de la ciudad,… en la memoria de los aficionados permanecerá cómo se posicionó cada cual sobre el tablero.
Consumada la desaparición, una renovada ilusión brotó de la pequeña y fiel parroquia que aún permanecía a pesar del convulso siglo XXI que había vivido el club. El 1905 nacía del sentimiento y respeto que unos pocos demostraron por un difunto que no estaban dispuestos a recordar sino a resucitar.
Parecía que los ascensos vendrían uno detrás de otro. Tras pasearse dos años por los campos más humildes, volver al Nuevo Vivero después de un año de ausencia obligada desde el consistorio, lidiar con engendros que intentaron ocupar un lugar que no les correspondía,… el CD. Badajoz volvía a Tercera.
LA TERCERA DIVISIÓN SE ATRAGANTA
Las últimas dos temporadas el club conseguía clasificarse entre los cuatro primeros, pero el papel de los blanquinegros en ambos playoff de ascenso a Segunda B resultó ser mediocre y muy decepcionante para unos aficionados a los que arrebataron a las primeras de cambio el sueño del ascenso.
Ahora retornamos a esa misma realidad. Por tercer año consecutivo el CD. Badajoz alcanza mayo con la disputa inminente de un playoff que es una incógnita. Tres eliminatorias por superar que después de lo vivido generan gran incertidumbre en la afición, pues muchos son quienes piensan que “o el Badajoz queda primero –como ocurrió cuando consiguieron el ascenso frente al Mancha Real- o no sube”.
Esa misma afición que nunca falla, abonados o no, siempre ha estado ahí en los momentos decisivos de la historia blanquinegra. Esta ocasión lo merece, pero desde el club deben comenzar a movilizar a la ciudad, hacer que se respire ambiente de fiesta, ganas de ascenso, ilusionar a una afición dormida pues la clave del ascenso puede pasar por El Vivero.
Entonces, el club consiguió ilusionar a 10.000 pacenses que fueron el jugador número 12 para doblegar al Mancha Real. Ahora más que nunca es necesario un Vivero a rebosar, el CD. Badajoz no puede permitirse un cuarto año en Tercera para continuar en el anonimato del fútbol español, la ciudad merece vivir un ascenso que vuelva a escribir páginas brillantes de este buque centenario.
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