Cinco historias de inmigrantes: ‘La búsqueda de un futuro mejor’
20 de Agosto de 2018
Casi 300 personas migrantes han llegado a Extremadura desde las costas andaluzas. Cada año, 12 millones de migrantes cruzan las fronteras de África occidental y central en busca de un futuro mejor. El crecimiento exponencial de la población, el cambio climático, la desigualdad y los persistentes conflictos armados están empujando a cada vez más niños y jóvenes a emprender este peligroso viaje.
Estas son las historias de 5 de ellos llegados al Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Mérida en sus dos primeras semanas de actividad. Testimonios de la migración hoy en África. Voces de un viaje en busca de un futuro para sus vidas.
VOCES DE LA INMIGRACIÓN
Kuestane, 18 años. Liberia
“Mi madre y mi padre han muerto por la guerra. Mi hermano tiene 25 años y mi hermana 18. Ellos han reunido el dinero para que salga de allí porque la situación es muy difícil. Un amigo me dijo que en Europa podría estudiar y trabajar. He tardado seis meses en llegar, atravesando Guinea, Argelia y Marruecos”. Aquí estoy solo, no tengo a nadie. Me gustaría poder ir a la escuela y aprender para luego trabajar construyendo casas”.
La República de Liberia se sitúa en el África occidental. Casi el 84 por ciento de su población total, 4.505.000 ciudadanos, vive con menos de 1,25 dólares al día. La historia de este país, rico en caucho, oro y diamantes, está marcada por los continuos golpes de Estado y enfrentamientos tribales. Liberia ocupa el puesto 177 del total de 188 países del Índice de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Donfack, 22 años. Camerún
“Antes de morir mi madre me dijo que hiciera lo posible por salir de aquí. He tardado un año y un mes en llegar a España, atravesando Nigeria, Níger, Argelia y Marruecos y a pie el desierto del Sahara. En Argelia estuve recluido en una casa trabajando como un esclavo y sufriendo torturas hasta que reuní dinero para pasar a Marruecos. Entre siete compañeros pagamos los 300 euros que nos costó la lancha para cruzar el mar. Cuando nos encontró la Cruz Roja llevábamos 15 horas navegando. Si puedo quiero estudiar y poder hacer lo que todo el mundo quiere, trabajar”.
La República de Camerún se sitúa en el África Central, en la costa atlántica del Golfo de Guinea. Aunque su situación socioeconómica es más favorable que la de otros países del entorno, la corrupción, que salpica todos a todas las esferas de la sociedad, merma su capacidad de desarrollo, pese a contar con importantes recursos naturales como petróleo y madera. Camerún ocupa el puesto 153 de 188 del Índice de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
María, 18 años. Costa de Marfil
“Mi madre es la primera mujer de las tres que tiene mi padre. Es la mayor y prácticamente la han abandonado a ella y a mis seis hermanos. Sufre mucho porque está muy enferma y ya apenas puede caminar. Todos mis hermanos trabajamos para poder comprarle los medicamentos, por eso decidí viajar a Europa. En el camino, que ha durado cinco meses, he tenido a mi hijo Ryan. A su padre y a mí nos separaron al llegar a Cádiz. El viaje ha sido muy duro. Al cruzar el Estrecho caí al agua y me rescató la Cruz Roja, pensé que mi hijo estaba muerto”.
La República de Costa de Marfil se sitúa en África occidental. Es el primer productor del mundo de cacao y anacardo y dispone de una importante industria extractiva de oro, petróleo y gas. Sin embargo, más del 43 por ciento de su población, 23,7 millones de habitantes, vive bajo el umbral de la pobreza, un dato que se suma a las altas tasas de corrupción. El gasto público en sanidad apenas representa el 5,7 por ciento de su PIB. Costa de Marfil ocupa el puesto 171 de 188 países del Índice de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Doumbia, 18 años. Costa de Marfil
“Soy de un pueblo pequeño de Costa de Marfil. En mi país la mutilación genital femenina es una costumbre con la que yo no estoy de acuerdo. Mis padres han muerto y el resto de mi familia quería practicársela a mi hermana pequeña de 9 años, me negué. Pedí ayuda a varias ONG y a la policía pero no pudieron hacer nada. Mi familia me amenazó. Me dijo que o abandonaba nuestro pueblo o acabarían conmigo. Me fui a Mali a casa de un amigo y dejé a mi hermana con una familia que la protege. Desde Mali emprendí el viaje a Europa. Ha durado un año y medio. Aquí no tengo a nadie pero ojalá todo salga bien y pueda traer a mi hermana conmigo”.
La República de Costa de Marfil se sitúa en África occidental. Costa de Marfil es, junto con países como Nigeria, Somalia o el Congo, de donde procede el mayor número de mujeres refugiadas por riesgo de mutilación genital femenina según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Esta práctica afecta a más de 200 millones de mujeres en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año, más de 3 millones de mujeres y niñas menores de 15 años son mutiladas en países de África, Asica, Oriente Medio y la Península Arábiga.
Clinton, 18 años. Nigeria
Clinton tiene 18 años y es de Nigeria, uno de los países del mundo con mayor número de conflictos armados. Nigeria es la octava potencia petrolera del mundo, pero la riqueza no se reparte de igual modo entre sus 186 millones de habitantes, ciudadanos de un país caracterizado también por sus altos niveles de corrupción política, según un estudio del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE).
Ésta inestabilidad ha sido aprovechada por grupos terroristas como Boko Haram para sembrar el terror entre su población, ejerciendo una violencia extrema contra ciudadanos cristianos en su pretensión de sustituir el Estado nigeriano por uno islámico siguiendo la línea salafista yihadista.
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