Cinco mitos extremeños que no te dejarán indiferente

Extremadura ha sido una de las últimas zonas de la península en ser estudiada por sus elementos folclóricos de índole ‘mágico’. No obstante, y aunque existe poco material que toque los mitos y leyendas, ‘haberlas, hailas’, sobe todo si pensamos en las sierras del norte de Extremadura.

La mitlogía extremeña muestra grandes paralelismos con otras zonas peninsulares, ya sea del Cantábrico como del resto de la meseta o del sur mediterráneo. La aproximación a este mundo ha sido estudiada por Iker Jiménez, en la facultad de Documentación y Comunicación de la UEX, pero también por autores como Fernando Flores del Manzano o Félix Barroso.

MITOS

La Chancalaera

Conocida como la acosadora de hombres. Este ser pertenece a la mitología hurdana y parece estar relacionada con Serrana de la Vera. Se la describe como una hembra grande, hábil y atractiva, magnífica en la caza y de una fuerza sobrehumana. Una gruta al pie del pico de las Corujas es descrita como una morada suya.

Puede transformarse en anciana de apariencia indefensa, o en animal, incluso en ave. Posee el don de poder dar zancadas de tal longitud que le permiten cruzar ríos enteros de un solo paso, o por lo menos eso dicen.

También se la utiliza como asustadora, afirmándose que entra a las casas donde oyen a los niños llorar para llevárselos y comérselos asados. Así que, cuidado jóvenes, no montéis un escándalo.

La Genti de Muerti

También llamada el Corteju de Genti de Muerti en las Hurdes, se trata de la aparición de dos jinetes, un hombre y una mujer ancianos, montados en un caballo, que acaban desapareciendo en medio del galope de la misma forma misteriosa como se mostraron.

A la pregunta de quiénes son siempre responden con voz lúgubre “somos Genti de Muerti”. Van en busca del alma de alguien que va a fallecer la noche de la aparición. Este mito tiene relación directa con el también conocido ‘Santa Compaña’ de Galicia.

La procesión de almas

Sin movernos de las Hurdes, existe otro mito que desalienta a su población, se trata de una procesión de almas en pena, también similar al mito gallego de la Santa Compaña, aunque esta aparece en el cruce de caminos, por eso existen tantos ‘cruceiros’ en las vías galaicas.

Entre otros lugares, por el valle del río Malvellido desfilan las almas vestidas de blanco portando una vela en la mano todos los jueves a la media noche, en doble sentido. Consejo: si encuentras a la procesión huye o haz un círculo de tierra a tu alrededor y reza, para que las almas no te lleven con ellas.

Moras y encantadas

Pasándonos al terreno de las hadas, o seres feéricos, en Extremadura se habla de las moras o de las encantadoras. No se diferencian mucho de las encontradas en otros puntos de la península como Galicia, Asturias, y otras zonas del Atlántico.

Son mujeres de gran belleza, que debido a algún hechizo adquieren poderes y características sobrenaturales, habitando en castillos, charcas o ríos. Esperan una ‘eternidad’ a que aparezca su salvador o heroína para desencantarlas.

Existe un relato sobre el descubrimiento de una cadena de oro en una fuente la cual no tiene fin. Al cortar un pedazo del objeto se escucha murmuran una voz lamentándose.

El Machu Lanú

También conocido como ‘El Lanú’. Otro de los seres de la mitología hurdana con cuerpo de macho cabrío, voz humana cavernosa y rostro humano (aunque deforme), provisto de cuernos, de complexión corpulenta y que camina de forma bípeda. Antes de aparecer suele levantarse un ligero vendaval.

La figura de El Lanú es muy usada en el carnaval hurdano:

“Este pelele, mitad varón, mitad macho cabrío, será arrastrado, vilipendiado, apaleado, ahorcado y quemado por los hombres, a causa de haberse encamado con todas sus mujeres, las cuales le adoran, le cantan coplas alusivas (a las que les responden los hombres) y pegan grandes gritos y lloran a raudales por el mal trato que sufre a manos de sus novios y maridos”, así presenta el Ayuntamiento del Ladrillar la ‘Prucesión de el Morcillu’, comienzo del carnaval hurdano.