Circula sin luz, casi se estrella contra la Policía y se niega a pasar el test de alcoholemia

La Policía Local de Badajoz ha puesto a disposición judicial a dos conductores por sendos delitos contra la seguridad vial.

El primero de ellos entró de forma aleatoria en un control preventivo de alcohol y drogas dando resultado positivo, afirma la Policía.

El otro circulaba con su turismo, a altas horas de la madrugada, sin luces y estuvo a punto de colisionar contra un vehículo policial.

El primero de los hechos ocurrió sobre la 1:30 de la madrugada de este viernes, cuando la Policía Local estaba realizando un control preventivo de alcohol y otras drogas en la avenida Fernando Calzadilla.

En el control entró de forma aleatoria un turismo de la marca Hyundai Coupé, conducido por un hombre de 59 años de edad, el cual presentaba síntomas evidentes de conducir bajo los efectos del alcohol.

Tras las oportunas pruebas realizadas por el Equipo de Atestados de Policía Local confirmaron el resultado positivo en alcohol, motivo por el cual en las próximas horas tendrá que comparecer ante la autoridad judicial, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial.

Según el artículo 379 del Código Penal se expone a una pena de 3 a 6 meses de prisión y a una multa de 6 a 12 meses y a trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.

Además de 'a no poder conducir vehículos a motor, incluidos ciclomotores por tiempo superior a 1 y con un máximo de 4 años'.

CASI SE ESTRELLA

El otro de los casos ocurrió también durante la madrugada de este viernes, sobre las 4:00 horas, en la avenida Augusto Vázquez. Por esta vía patrullaba un vehículo policial cuando los agentes vieron que un turismo de la marca Citroën, modelo Xsara, se les venía literalmente de frente con las luces apagadas, por lo que tuvieron que realizar una maniobra evasiva para evitar la colisión.

Una vez interceptado el automóvil comprobaron que lo conducía un hombre de 41 años de edad, que presentaba inequívocos de conducir bajo los efectos del alcohol. El conductor se negó a realizar las pruebas de alcoholemia, motivo por el cual se le imputan los delitos de conducción bajos los efectos del alcohol y de negarse a someterte a las pruebas legalmente establecidas.

Según el artículo 383 del código penal se expone a una pena de prisión de seis meses a un año y a la privación del derecho a conducir vehículos a motor, incluidos ciclomotores, por tiempo de entre uno y cuatro años.