¿Cómo evitar los robos durante el verano?

Lo que pueden ser unas idílicas vacaciones puede acabar en una pesadilla con tan solo una llamada. En época estival los ladrones aprovechan la soledad de las viviendas para entrar a robar en ellas.

Grupos organizados aprovechan estos meses para desvalijar las viviendas que quedan vacías por unas semanas o incluso días. Según el Ministerio del Interior el año pasado se produjeron alrededor de 378.000 robos en domicilios.

Por eso, desde la Policía Nacional han publicado cuatro consejos para evitar que los ladrones incrementen su patrimonio y den un amargo final a las vacaciones de verano.

El primero de ellos es dar una imagen de casa habitada. Las persianas totalmente bajadas, luces apagadas, llaves de paso del agua cerradas son claros incidíos de que la casa se encuentra sola. Otro consejo es entregar llaves de la vivienda a algún vecino de confianza o a algún familiar cercano para que se encargue de revisar la vivienda o incluso bajar y subir las persianas.

Instalar una buena cerradura y elegir buenas puertas nos puede evitar también ser víctimas de un robo en nuestros domicilios. Desde la Policía Nacional destacan la importancia de contar con buenos cerrojos que consigan frenar las intenciones de los amigos de lo ajeno.

Es importante comprobar que el dispositivo de seguridad sea “anti bumping”, se trata de una nueva característica para evitar los robos.

Las redes sociales en ocasiones, pueden ser un arma de doble filo. Es importante que no se dé información a través de ellas sobre las vacaciones ni de cuánto tiempo se estará fuera de la vivienda. Contar dónde se va a viajar, cuándo se va a partir y el tiempo que se va a pasar en el destino facilita la labor a los ladrones. Con todos estos datos los amigos de lo ajeno saben con certeza el tiempo exacto que tienen para desvalijar el domicilio en cuestión.

Una alarma de seguridad es otra opción a la que muchos recurren para evitar los robos en sus viviendas. Este tipo de sistemas pitan cuando están activadas y hay alguna alteración en los sensores, ya sean magnéticos, de temperatura o de otro tipo.