'Cuadernos Extremeños' viaja a Sevilla

Esta revista extremeña sigue su ronda de presentaciones en las ciudades en las que existe una comunidad importante de extremeños. Ayer le tocó el turno a Sevilla, donde parece ser que hay en torno a 40.000 extremeños residentes y una Casa de Extremadura con 1.200 afiliados y con unas instalaciones amplias y espectaculares.

La acogida por parte del presidente fue muy afectuosa y, entre socios y otros amigos invitados, se dieron cita más de 100 personas que compraron el nº 1 y el 2 de los CUADERNOS EXTREMEÑOS y participaron en un vivo debate sobre Extremadura.

Don Gonzalo, presidente de la Casa de Extremadura, presentó a los intervinientes: Manuel Martín, Juan Serna y Pedro Martín, al tiempo que informaba de las labores que se han hecho y se están haciendo en la entidad que preside, una de las mejores casas de Extremadura que hemos conocido hasta hoy.

Juan Serna resumió los objetivos y contenidos de esta publicación en la que un numeroso grupo de autores extremeños, o con fuertes vínculos con Extremadura, escriben sobre los principales problemas de esa comunidad autónoma, con independencia política y de criterio, sin intereses económicos por medio y sin pedir subvenciones a ninguna institucion privada o pública. Se financia con la propia venta de los CUADERNOS.

Manuel Martín habló de la gestión del agua, uno de los grandes problemas, si no el principal, del siglo XXI, y se centró en las cuencas del Tajo y el Guadiana a su paso por nuestra comunidad autónoma, la que tiene más kilómetros de costa interior y de agua embalsada y que, sin embargo, no sabe sacarle provecho ni gestionar bien este recurso.

Pedro Martín señaló el grave problema de la despobalción en esa España vacía de la que Extremadura forma parte de forma cada día más alarmante. Habló del problema de la comarcalización y de cómo abordar los servicios en los pueblos pequeños, y dio datos de cómo se sigue produciendo de forma alarmante la pérdida de habitantes en la mayor parte de los pueblos extremeños.

Al final se produjo un coloquio con los asistentes que se interesaron por algunos de los problemas que abordamos en la revista, y los autores se comprometieron a seguir presentando los nuevos números que vayan saliendo en esta Casa de Extremadura.

El presidente, al final del acto, invitó a todos los asitentes a un vino extremeño y a unas tapas de ibéricos y bacalao, y se cerró con la tertulia y los saludos que acostumbran los extremeños del interior y el exterior; los autores que intervinimos fuimos alojados en el barrio de Santa Cruz, desde cuya plaza de Doña Elvira les escribo esta crónica.