Denuncian el estado de la biblioteca Santa Ana: excrementos, droga y sexo en la vía pública

Los problemas en el Casco Antiguo no se centran en una sola zona. Además de los robos, okupaciones y casas apuntaladas, muchos de los vecinos se tienen que enfrentar a diario a situaciones que nadie querría tener en la puerta de casa. Los vecinos de Joaquín Sama y aledaños ya se han cansado de tener que lidiar con excrementos, orines y escándalos en los alrededores de la Biblioteca Pública Santa Ana.  

En una entrevista que ha concedido a 7Días Adolfo del Molino, vecino de la calle Joaquín Sama y gestor de uno de los edificios de la citada vía, ha expresado que las condiciones a las que se enfrentan a diario son preocupantes y es “para vivirlo”. 

El problema comenzó hace unos dos años debido a los indigentes que comenzaron a frecuentar la zona, empezaron a “llamarse unos a otros y al final se acabaron juntando 6 o 7”. Según ha expresado Adolfo a 7Días, en cualquier momento es fácil encontrar cartones y basuras arrojadas por la calle, excrementos, orines, papelinas de heroína e incluso, personas practicando sexo en la vía pública en los alrededores de la biblioteca: “La limpiadora del Ayuntamiento ya hace unos tres meses que no limpia la zona posterior y lateral de la Biblioteca” 

Sus quejas no vienen porque la gente no tenga donde vivir, “habrá que dar una salida a estas personas, al recinto, a la limpieza, y a la inseguridad”. Ya que, según cuenta en sus declaraciones a este medio, “ves pasar los coches de policía cada dos por tres haciendo redadas, se está convirtiendo en una zona muy insegura”.  

 
Por ello, decenas de vecinos de la zona van a llevar a cabo la próxima semana una manifestación pidiendo al alcalde soluciones ante lo que viven a diario desde hace unos tres años, “la solución a esto tiene que darla el ayuntamiento”, necesitan que “la zona esté limpia y asegurada, y que sea acorde con el entorno [...] Están reformando toda la parte antigua y aquí lo que hay es un nido de suciedad”. 

Los vecinos de la zona entienden que cada uno de los indigentes tiene su drama personal, y que cada uno tendrá circunstancias personales complejas, pero necesitan soluciones por parte de Ignacio Gragera.