Día funesto para Extremadura

Este miércoles, 23 de marzo, se ha hecho público el “no” del Grupo Volkswagen a instalar su fábrica de baterías eléctricas en Extremadura, decisión que venía retumbando con fuerza durante las últimas semanas.

Ni Fernández Vara, ni nadie de su equipo de Gobierno han conseguido retener este importantísimo proyecto que hubiera dejado en nuestra región una inversión aproximada de 7.000 millones de euros y una generación de 3.000 puestos de trabajo.

La gigafactoría irá a parar a Sagunto (Valencia), una decisión sobre la que el presidente valenciano, Ximo Puig, ya ha hablado expresando que supone para su comunidad “la mejor noticia empresarial del último medio siglo”.

Lo anunciaba el propio presidente del consejo de administración de SEAT, Thomas Schmall, adelantando que a finales de este año comenzarán las obras, y la previsión es que pueda entrar en funcionamiento en 2026.

Schmall ha matizado que se trata “de la mayor inversión industrial individual de la historia de España”, y que esta gigafactoría será “la segunda mayor del mundo en su especie después de la existente en Alemania”. Tren del que Extremadura queda exenta una vez más.

DECLARACIONES DE VARA

Preguntado por los periodistas tras un acto que ha tenido lugar en Guadalupe (Cáceres), el presidente socialista se ha limitado a decir que “si no viene un proyecto vendrán otros”, y ha garantizado que en Extremadura “se producirán baterías”.

Extremadura pierde, de esta forma, una gigantesca oportunidad de crecimiento, que se suma a los rumores de que Mérida podría perder también la Azucarera, pues la empresa ‘Al Khaleej Sugar’ habría solicitado al gobierno francés instalar un proyecto similar en una localidad del país galo.