El Ártico marca su octava extensión mínima de hielo desde que hay registros
22 de Septiembre de 2017
La banquisa de hielo marino del Ártico parece haber marcado ya su mínima extensión de este año, convirtiéndose en la octava más baja de todo el registro satelital.
Como cada año sobre estas fechas, el Ártico alcanza su mínima extensión anual de hielo marino en pleno mes de septiembre, situándose el dato de este año en el puesto número 8 del ranking de las extensiones más bajas desde que se toman registros por satélite (1978).
Así lo ha anunciado estos días un informe preliminar de la NASA y el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo (NSIDC) de la Universidad de Colorado.
El hielo marino del Ártico parece haber alcanzado su mínima extensión anual este pasado 13 de septiembre, aunque los vientos cambiantes o la fusión tardía podrían reducir la extensión del hielo ártico por debajo de este primer dato preliminar, como ya ocurrió en los años 2005 y 2010.
Este año, las temperaturas en el Ártico han sido relativamente moderadas para estas altas latitudes, incluso más frías de lo normal en algunas regiones, según datos de este informa. Aún así, la extensión mínima de hielo marino este 2017 es de 1,58 millones de kilómetros cuadrados, por debajo de la media de 1981-2010.
El hielo marino del Ártico es una capa de agua del mar congelada que cubre gran parte del océano Ártico y los mares vecinos, actuando como acondicionador del aire del planeta: su superficie blanca devuelve la energía solar al espacio (lo que conocemos como albedo), permitiendo un enfriamiento en las temperaturas.
La banquisa de hielo marino cambia con la estación, creciendo a partir del otoño e invierno y disminuyendo en primavera y durante el verano. Su extensión mínima de finales del verano ha estado disminuyendo a un ritmo muy rápido desde finales de los años 70.
El peor año para el Ártico fue el de 2012, cuando la extensión de hielo alcanzó el mínimo más bajo que se conoce hasta la fecha, como muestra el ranking con los diez mínimos de hielo marino más bajos del Ártico registrados hasta la actualidad.
Los tres años con las capas de hielo más bajas del Ártico registradas corresponden a los años 2012, 2016 y 2007, durante los cuales se experimentaron condiciones inusuales en la zona, incluyendo fuertes temporales en pleno verano que ‘martillaron’ la cubierta de hielo y aceleraron su derretimiento.
"Esta meteorología adversa contribuye a la reducción del hielo marino. Sin embargo, si hubiese ocurrido algo igual hace tres décadas, es muy poco probable que provocara el mismo daño a la cubierta de hielo, al ser ésta más gruesa en aquel entonces, soportando mejor el paso de grandes borrascas", dijo Claire Parkinson, climatóloga del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA.
¿Y EN EL CASO DE LA ANTÁRTIDA?
Por otro lado, la Antártida se dirige a su extensión máxima anual de hielo marino, que ocurre normalmente en septiembre o principios de octubre. La extensión máxima de este año es probable que esté entre las cinco más bajas desde que hay datos por satélite.
"Lo que más sorprendió sobre la cobertura cambiante del hielo marino en las últimas tres décadas fue el hecho de que el hielo marino antártico estaba aumentando en lugar de disminuir", menciona Parkinson.
"El hecho de que el hielo marino del Ártico disminuya no fue tan impactante porque en realidad era lo que se esperaba con el aumento global de la temperatura.”
Y es que, aunque es demasiado pronto para hablar de una inversión a largo plazo en el comportamiento del hielo marino antártico, las disminuciones observadas en los últimos dos años proporcionan datos importantes para probar las diversas hipótesis que los científicos han planteado sobre este hecho.
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