El Extremadura UD será un año más de bronce

10.000 aficionados, casi un tercio de la población de Almendralejo, no quiso perderse la fiesta que estaba por venir en el Francisco de la Hera con la victoria del Extremadura por 2 – 0 ante el Atlético Sanluqueño, que suponía la permanencia en Segunda División B.

En la primera mitad el Extremadura Unión Deportiva fue el dominador claro del juego con varias llegadas por parte de Diego pero sin llegar a poner en peligro la portería defendida por Manu.

El Atlético Sanluqueño esperaba agazapado en defensa e intentaba inquietar el marco de Toni Doblas por medio de contragolpes muy rápidos para sorprender a la defensa azulgrana.

La banda izquierda almendralejense fue un peligro constante para los andaluces sobre todo cuando se asociaban Diego y Currais. A pesar de ello las ayudas al lateral eran muy efectivas y se generaron pocas ocasiones de gol.

En el descanso Juan Sabas decidió dar entrada en el campo a Miguel Rubia, en sustitución de Carlos Rubén, para buscar ese gol tan ansiado que daría al Extremadura la permanencia tan ansiada.

La segunda parte comenzó con un conjunto extremeño más incisivo y fruto de ello pudo adelantarse en el marcador por mediación de Diego, tras un gran slalom al borde del área que terminó con un lanzamiento desviado.

De nuevo Diego sería el protagonista en la siguiente jugada de peligro del Extremadura. El jugador azulgrana se topó con el poste tras un gran disparo que no entró por muy poco.

La grada del Francisco de la Hera rugía para darle aliento a esos jugadores que estaban buscando con tanto ahínco el gol. El premio llegó en el 54 con una aunténtica obra de arte de Iain Hume que invita a soñar.

Toni Doblas no quiso perderse la fiesta azulgrana y con una gran intervención despejó la ocasión más clara de las que dispuso el Atlético Sanluqueño, que chocaba una y otra vez con la defensa extremeña.al

De nuevo el conjunto de Juan Sabas se toparía con el palo. Fue en una falta directa de Zamora, un poco escorada a la izquierda, que rebotó en la cepa del poste para que después Manu tuviera que despejarla a saque de esquina.

El gol de la tranquilidad lo anotaría Dieguito, en la última jugada del encuentro al aprovechar una gran contra, para con la portería vacía, alojar en balón en la portería y hacer estallar de emoción a la afición congregada en el Francisco de la Hera.

La fiesta estallaba y los jugadores festejaron primero en el césped y luego en el vestuario una permanencia muy luchada, pero merecida, tras la llegada de Juan Sabas que le cambió la cara radicalmente al equipo.