El naturalista Joaquín Araujo señala que asoman tres colapsos climáticos en Extremadura

El jueves 27 de octubre, a las 19:30 horas, el naturalista y escritor Joaquín Araujo ofrecerá la charla – coloquio ‘Extremadura. Cambio Climático. ¿hasta cuando?’ en el Centro de Profesores de Badajoz, organizada por Redes Cristianas de Extremadura.

Joaquín Araujo ha explicado a 7Días que la charla será “muy propositiva, esperanzada y optimista de lo que tenemos que hacer para evitar un colapso por la catástrofe climática”.

El naturalista propondrá ejemplos concretos de lo que está sucediendo en Extremadura “y que hay que hacer en todos los sistemas, desde el educativo y en el transporte, hasta el consumo de energía o como nos alimentamos”.

Y es que Araujo señala que a la región asoman “tres colapsos de forma bastante contundente”. Extremadura es el lugar de Europa con más agua embalsada y por la falta de lluvia “hace que tengamos un amago de colapso hídrico”. Además la comunidad autónoma “está muy afectada por el aumento de las temperaturas”.

El tercer colapso que asoma y parece “más preocupante” para el naturalista es la bajada en la productividad “de todos los sistemas agrarios y naturales”.

Araujo señala que estamos en un primer umbral de una catástrofe y “hay muchos anuncios sobre la posibilidad de que esto siga creciendo”.

Con respecto a la clase política, el naturalista afincado en Extremadura asegura que falta “hacer mucho más de lo que se está haciendo”,  sin embargo admite que tras medio siglo dedicándose a este tema “por primera vez se está empezando a tomar en serio”, aunque afirma que las entidades públicas “tienen que apostar por un modelo energético distinto y en esto tenemos un enorme potencial en Extremadura, porque tenemos energía solar en todas partes que no se aprovecha”.

Joaquín Araujo explica que la “peor de las políticas es no aprovechar lo que te regala tu situación geográfica. Aunque en ese sentido, hay que poner especial atención donde se colocan las instalaciones tanto fotovoltaicas como eólicas”.

“Tenemos un problema añadido porque hay muchos proyectos que inciden en los mejores paisajes naturales y eso es una locura”, añade Araujo.

A la gente de a pie le pide que para evitar el cambio climático consuma “mucho menos y, sobre todo, muchísima menos energía”.