El PP pide a Vox que no se presente en Cáceres

Pablo Casado, líder del Partido Popular (PP) no quiere que Vox concurra a las elecciones generales del 28 de abril en Cáceres.

Ni en Cáceres ni en otras 27 provincias españolas en las que reparten cinco o menos credenciales para tener plaza en el hemiciclo del Congreso.

El motivo es muy simple: Vox quitará votos por la derecha al PP en toda España, pero en aquellas provincias con menos representación en el Congreso -por ejemplo la de Cáceres- los votos que consiga Vox no serán suficientes para que obtenga escaños y favorecerán al partido más votado en esas circunscripciones.

El hecho de que Ciudadanos, PP y Vox compitan por los mismos votantes puede perjudicarles gravemente en aquellas provincias con un censo electoral pequeño, mientras que, en teoría, la crisis de Podemos hará que por la izquierda el voto se concentre en el PSOE favoreciendo su cosecha de escaños.

Así se daría la paradoja de que un Pedro Sánchez en horas bajas, fundamentalmente por su alianza -de investidura y de gobierno- con los independentistas catalanes, podría obtener más escaños de los que le llevaron en parihuela hasta Moncloa.

Cada elección es un mundo y no es lo mismo concurrir a las europeas, con circunscripción única en el conjunto de España, que a las generales, con circunscripción provincial y 350 escaños en el Congreso, que a las autonómicas o a las locales.

Debido a ello, el pacto de gobierno entre PP, Ciudadanos y Vox que ha funcionado en Andalucía, con ocho provincias y 109 escaños autonómicos distribuidos en bloques de 11 (Huelva y Jaén), 12 (Almería y Córdoba), 13 (Granada), 15 (Cádiz), 17 (Málaga) y 18 (Sevilla), será difícil que lo reediten en el conjunto de España con provincias como Cáceres, donde se vota por cuatro escaños; y otras 27 donde los escaños son cinco, sólo tres y hasta dos.

Vox ha respondido a la petición de Casado diciendo que, en ese caso, sea el PP el partido que no concurra a las elecciones en esas circunscripciones.

Así las cosas, la llave no la tienen los partidos políticos, sino el electorado, aunque no es frecuente que al votar se anteponga la estrategia del voto útil a las preferencias personales.