¿Puede volver Trump a la Casa Blanca al estar condenado por la justicia americana?
6 de Noviembre de 2024
Donald Trump / Archivo RTVE
Casi un empate técnico. Así catalogaban los expertos la situación previa al recuento de votos en Estados Unidos.
Kamala Harris o Donald Trump: estas eran son las opciones para llegar a presidir la Casa Blanca. El régimen presidencialista de los Estados Unidos cuenta con dos partidos mayoritarios que se reparten todo el poder: los Demócratas (color azul), y los Republicanos (color rojo).
Tras una larga campaña electoral, colmada de momentos tensos, cruces de acusaciones y la condena de Donald Trump por la justicia americana, todo parece apuntar que el expresidente volverá a la Casa Blanca.
La mayoría absoluta se fija en 275, y Trump ha alcanzado ya la cifra de 267 frente a los 224 de Harris. Según los datos oficiales, Nevada, Arizona, Alaska, Wisconsin y Michigan serían los estados en los que los republicanos tendrían mayoría, frente a Maine, por los demócratas. Estos estados computan 64 votos electorales, de los cuáles, en principio, sólo cuatro parecen estar en manos de los azules.
Otro aspecto a tener en cuenta es que, en Estados Unidos, no gana las elecciones quien más votos tiene en su cómputo total, sino quien consigue alzarse con mayor número de votos electorales para ganar en los estados. Esto quiere decir que si un estado se traduce en 10 votos electorales y es determinante para la victoria, da igual que el candidato opuesto haya obtenido mayor número de votos ciudadanos, que habría perdido las elecciones.
¿PUEDE UN CANDIDATO SER PRESIDENTE SI ESTÁ CONDENADO?
La Constitución estadounidense no establece límites ni prohibición para que una persona condenada en un juicio penal se presente como candidato. Y ahí, precisamente, está el ejemplo de Trump. El 26 de noviembre se conocerá cuál será la condena correspondiente. Las condenas a las que se enfrente van desde la falsificación de registros empresariales hasta la interferencia electoral.
Las penas podrían ser de hasta cuatro años de prisión, altas multas o la libertad condicional. Pero, tras ganar las elecciones, si este dato se confirma, todo parece que se convertirá en un pase directo a la libertad.
Estos hechos parecen no haber influido en la tendencia del voto de los electores estadounidenses. La sociedad americana, cada vez más polarizada entre las clases altas y las bajas, marcada por los discursos de odio, contra la inmigración, a favor de las armas y las guerras, entre otras cuestiones, ha marcado la elección del que ya fuera su presidente durante cuatro años (2016-2020).
La relación directa de Estados Unidos con Israel, su posicionamiento frente a la Guerra de Ucrania, su relación con Rusia, y los efectos colaterales de sus acciones en el marco internacional, afectarán de lleno también a la política exterior de la Unión Europea. El recuento en algunos estados podría durar días, aunque todo apunta que Harris ha perdido la batalla frente a Trump tras esperar estos cuatro años del mandato de Biden sin impasividad y con paciencia.
La historia se repite, Trump volverá a presidir una de las naciones más poderosas del mundo.
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