Extremadura se desangra sin que la Junta corte la hemorragia emigratoria

Las iniciativas puestas en marcha por la Junta de Extremadura para que los extremeños no emigren, y para que vuelva a la región la población extremeña que emigró, no está generando resultados.

La Junta de Extremadura no consigue cortar o, al menos, frenar, la hemorragia demográfica que, año tras año, y van siete consecutivos, desangra a Extremadura.

Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) la comunidad autónoma extremeña perdió 6.920 habitantes durante el año 2017. Es la región que más población perdió, después de Castilla León, que redujo su población en 17.172 personas, y de Castilla La Mancha, que perdió7.771 personas. La merma poblacional sufrida por Extremadura es mayor que la padecida por Galicia (6.838) y Asturias (6.618).

Con 1.070.586 habitantes cuando comenzó el año 2018, Extremadura es la cuarta región española con menor población, por delante de Cantabria (581.403 habitantes), Navarra, (643.864) y Asturias (1.027.659).

De las 6.920 personas que pierde Extremadura, 3.066 tienen su origen en el retroceso vegetativo, debido a que fallecen más personas de las que las que nacen, y 3.934 simplemente se han marchado de la región. La mayoría de ellas buscando mejores perspectivas vitales, y la mitad, jóvenes con edades comprendidas entre los 25 y 35 años.

La llegada a la región de 103 inmigrantes queda muy lejos de las pérdidas de población por emigración, por lo que el balance migratorio es muy negativo en la región.

Al contrario de lo que ocurre en Extremadura, España ganó población en el 2017 por segundo año consecutivo. El Instituto Nacional de estadística sitúa la población residente en España en 46.659.302 habitantes, con un aumento de 132.263 personas respecto al año anterior. No obstante, el número de españoles se redujo en 20.337 personas debido, principalmente, al saldo vegetativo negativo, afirma el INE. La población extranjera aumentó en 152.600.