Joaquín Parra ha intentado recuperar sus acciones del CD Badajoz
15 de Febrero de 2024
Semana tras semana hablamos de la difícil situación que está atravesando el Club Deportivo Badajoz, un equipo con una historia compleja que ha pasado por muchas etapas. En estos momentos no atraviesa la mejor de ellas y algunos intentan buscar una o varias cabezas que cortar para comenzar a andar de nuevo.
En este sentido, Joaquín Parra, exdirigente del club que estuvo a solo un paso de ascender a la Segunda División de España ha querido defenderse de quienes pretenden imputarle la responsabilidad de lo que está ocurriendo actualmente.
En primavera de 2019 “vinieron a buscarme”, afirma, para invertir en el equipo de una ciudad “que ya frecuentaba y conocía bien”. El club estaba encallado en un proceso de transformación SAD en el que había que poner 1,5 millones de euros y los inversores, “de escasa o nula capacidad económica, iniciaron reclamaciones al club por los daños y perjuicios que presuntamente les suponía mi entrada con el capital social mayoritario”. Todas fueron ganadas por Parra en los tribunales. Así lo indica.
Cuando entró en la entidad “tuve que hacerme cargo de grandes deudas heredadas” por los anteriores dirigentes: “Lo curioso es que muchos de los implicados en aquella gestión opaca se esconden ahora detrás de una plataforma más preocupada por mi posible vuelta al club que por la supervivencia del mismo”.
Además de ello, recuerda que modernizaron el Estadio Nuevo Vivero y que dejó pagado hasta el último céntimo de las inversiones que se hicieron: “Basta con acudir al concurso y verificar que allí no están reconocidas las empresas constructoras como acreedoras de ningún crédito”.
“Mi proyecto con el Badajoz, como todo el mundo ya sabe, se vio paralizado por una causa judicial de la que estoy convencido de salir indemne a pesar de que algunos malintencionados me niegan el derecho fundamental a la presunción de inocencia. Lamentablemente la justicia es lenta”, manifiesta a la par que asevera que tuvo que malvender sus acciones del club por petición de la afición y “no se han pagado íntegramente”.
Su familia sufrió coacciones, amenazas de muerte y atentados contra su patrimonio, teniendo que intervenir la justicia, y hubo detenciones. De hecho, sostiene que el abogado Diego García Juan “engañó a mi familia indicando que su proyecto llevaría al CD Badajoz a las más altas cuotas”. Mas lo cierto era que detrás estaba Luis Oliver, quien tomó la decisión de acogerse al concurso de acreedores como ya hicieron con el Extremadura UD, que terminó por desaparecer.
Joaquín Parra se disculpa por ello ante la afición. Parte de ella le pide que vuelva y por eso ya ha intentado recuperar sus acciones y la gobernanza del club “para sacarlo del concurso y de la lastimosa situación institucional que atraviesa”.
En un escrito recuerda cuando superaron los 10.000 abonados, todos los jugadores querían vestir la blanquinegra y competían de tú a tú con equipos de Primera División. “Entonces sí era armónica la ‘melodía y la música’ y nos podíamos considerar el Real Madrid de la categoría”, relata haciendo alusiones a las declaraciones de los actuales dirigentes.
“Podríamos haber llevado al club al fútbol profesional si no me hubieran apartado injustamente del proyecto […] A esos que afirman que cometí algún delito o saqué provecho en detrimento de los intereses del club en el que tantos recursos y tiempo invertí, van a tener que demostrarlo en presencia de un Juez”, añade.
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