La delegada del Gobierno hace algo que ya casi no se ve
11 de Abril de 2018
Cristina Herrera, delegada del Gobierno en Extremadura, ha hecho este miércoles algo que, hasta hace muy poco tiempo, era bastante común pero actualmente resulta muy difícil de ver: ha homenajeado a las personas que dejaron de trabajar por jubilación.
Hasta que los ejecutivos convirtieron en números a las personas, el ‘homenaje a los jubilados’ era una acto anual tradicional en la mayoría de las empresas, tanto públicas como privadas.
Con la crisis, casi todo fueron despidos y a los despedidos no se les tributan homenajes; y, ya de paso, a los jubilados tampoco.
En la actualidad, sólo y rara vez, se ven homenajes a los jubilados en las instituciones públicas, y muy pronto habrá que revisar los documentales sobre historia o sobre antropología para poder verlos.
Pero este miércoles, 11 de abril de 2018 de la era cristiana, Cristina Herrera ha homenajeado a las personas jubiladas durante la última década en la Delegación del Gobierno de Extremadura. Herrera ha señalado que se trata de un “acto de justicia” porque hay que reconocer “el papel fundamental” que esas personas jubiladas han “desarrollado desde la llegada de la democracia a España”.
CELEBRACIÓN Y JUSTICIA
La sede de la Delegación del Gobierno en Extremadura ha acogido el acto de homenaje a los trabajadores de esta administración jubilados durante el último decenio. Además, a quienes se han jubilado en 2017 les han entregado un escudo de España, como símbolo de su labor de servicio al Estado y a los ciudadanos durante su trayectoria laboral.
“Éste no sólo es un día de celebración, sino de justicia porque a vosotros hay que reconoceros el papel fundamental que habéis desarrollado desde la llegada de la democracia a España”, les ha dicho la delegada.
“Cualquiera que eche la vista atrás, tendrá que reconocer que los funcionarios de esta casa han sido transcendentales en momentos claves de nuestro país”, ha continuado.
“Desde estos despachos, con unos medios que ahora nos harían ruborizar con el paso de los años, se garantizó el desarrollo de las primeras elecciones democráticas. En unos momentos en los que la sociedad española todavía estaba aprendiendo a moverse en libertad, fueron los trabajadores de los entonces gobiernos civiles, los que dieron garantía y confianza a los ciudadanos de estos procesos tan importantes para nuestra convivencia”, agradeciendo su profesionalidad y, sobre todo, lealtad “a España y a los españoles; lealtad a la legalidad vigente en cada momento y lealtad al concepto de servicio público como eje” de todo su trabajo.
A lo largo de estas últimas décadas, ha añadido, “habéis vivido una transformación vertiginosa en la forma y condiciones de trabajo y en todo este tiempo habéis demostrado una capacidad de adaptación admirable y en ocasiones no en las mejores condiciones”.
TRANSFERENCIAS, AJUSTES Y RIADAS
“Vuestra lealtad y compromiso de una manera ejemplar también se puso de manifiesto durante el proceso de transferencia de las distintas competencias al Gobierno de la comunidad autónoma de Extremadura”, ha subrayado la delegada.
Cristina Herrera ha recordado que en los últimos años se ha vivido una época de ajustes económicos y que ello ha supuesto para los funcionarios, un esfuerzo extraordinario tanto económico como de trabajo: “Ahora es un compromiso de este Gobierno restaurar la situación de los trabajadores de la Administración".
Para ello ha sido alcanzado un acuerdo de incremento retributivo por encima del IPC para los próximos tres años y están trabajando intensamente en la recuperación de las plazas necesarias para poder prestar a los ciudadanos el servicio adecuado.
Cristina Herrera ha recordado el trabajo de los funcionarios de la Delegación del Gobierno “sobre todo en los momentos más duros y difíciles”, resaltando la riada de Badajoz, en la noche del 5 al 6 de noviembre del año 1997, cuando las aguas embravecidas causaron la muerte a 22 personas en Badajoz y a tres más en Valverde de Leganés, algunas de las cuales, como la joven María Dolores Rodríguez Rastrollo, en el llano Lagar de Valverde, murieron por lanzarse al agua para salvar a otras personas que pedían socorro arrastradas por la corriente.
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