La titularidad del puente de Gévora será asumida por el Ayuntamiento de Badajoz

El Palacio Consistorial pacense se hará con la titularidad del puente de Cantillana, más conocido como punte de Gévora, tras haber sido aprobada, este 31 de enero, la moción del grupo municipal Ciudadanos.

Esta propuesta era una constante de la asociación Amigos de Badajoz y Ciudadanos se ha encargado de transmitir la iniciativa en la sesión plenaria. El alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, le dio luz verde a la moción pues se trata del “patrimonio histórico de la ciudad y por ello debe pertenecer a esta”.

No obstante, el alcalde ha recordado que la titularidad debería ser de la Junta de Extremadura aunque esta “se niega a hacerse cargo”.

“A la Junta de Extremadura no le importa el puente. He hablado con los directores generales exponiéndoles que esta infraestructura debe ser autonómica porque atraviesa una vía agropecuaria, pero si no lo quiere, lo asumiremos nosotros”, ha manifestado Fragoso.

De este modo, si el Palacio Consistorial se hace cargo del puente de Gévora también deberá encargarse de su rehabilitación y posterior mantenimiento.

EL PUENTE DE CANTILLANA

Cerca de Gévora se alza el puente de Cantillana, entre el camino viejo a Cáceres y San Vicente de Alcántara, y a unos 5 kilómetros de la ciudad pacense. La estructura llama la atención desde lejos por su estructura arquitectónica del siglo XVI.

Esta estructura comenzó a construirse en el año 1531 y su levantamiento solo necesitó de cuatro años. Mide 220 metros y cuenta con un elemento habitual de todas estas infraestructuras, 17 arcos.

El puente cuenta con un total de 10 metros de altura y una anchura de 3,8 metros y su autor fue Gaspar Méndes. Esta edificación se considera una de sus obras más temprana.

El puente de Cantillana necesitó de dos planos, con la mayor elevación en el centro. Cuenta con pretiles de aproximadamente un metro. A ambos lados de la infraestructura dispone de estribos y tajamares de diferentes materiales y estructuras, aunque predominan los de piedra, con planta triangular y remate escalonado.

Por otra parte, el autor, Gaspar Méndes, era un maestro alarife reconocido por su extraordinaria formación, cuya historia sitúa su nacimiento en la ciudad de Badajoz.