La verdad sobre los Reyes Magos contada a través de un cuento

El escritor pacense Ángel María Ramos ha publicado el cuento ‘Los Reyes Magos… de siempre’, una historia para explicar a los niños la verdad sobre sus Majestades de Oriente.

Ramos tiene numerosos títulos a sus espaldas, como ‘En la cafetería te lo cuento’, ‘Ampliación en el psiquiátrico’, ‘Mi gitana’ y ‘Diccionario de la confusión’.

El libro tiene el subtítulo: ‘ha llegado el momento de hablar’, ¿cuándo es ese momento?

Siempre va a depender de lo que deseemos estirar el chicle de la magia, pero en términos generales, los niños deben conocer la verdad en tercero de primaria.

¿Sobre los 8 años?

Exacto, cuando su pensamiento es más lógico y ya encuentran demasiadas contradicciones en la historia de los Reyes Magos. Hasta esa edad los niños y sus padres, han disfrutado muchísimo. Desde los 2 a los 7-8 se tiene una inteligencia simbólica, y las historias se las creen a pies juntillas, aunque no tengan mucha lógica. Pero a partir de los 8…

Entonces, ¿tomamos a los Reyes Magos como un gran cuento?

¡Un cuento y un juego! Es el gran juego simbólico de sus vidas. Además, los Reyes tienen una carga cultural que no debiéramos dejarnos arrebatar.

Pasemos al libro. ¿Qué novedad nos ofrece?

El niño va a leer una historia muy cercana donde va a comprender por qué venían los Reyes; y va a entender por qué se marchan.

¿Se marchan?

En realidad y una vez entendido el ‘juego de los mayores’, se le da la opción de seguir creyendo.

Creo que el mayor valor del cuento puede ser ese: saber la verdad y continuar con la ilusión. Participar de la tradición una vez que se ha atravesado ‘la puerta de la verdad’.

¿Se puede?

Muchas personas mayores lo hacemos. Sólo hay que contarles el secreto de los mayores e invitarles a hacer lo mismo. Convertirlos en cómplices.

Pero los niños se desilusionan al enterarse. Se entristecen, sienten que les han mentido.

Sí. Además, los que le han mentido son sus padres. Las personas más importantes de sus vidas. Hay que hacerlo bien. Después de tantos años montando el teatro de la ilusión, no podemos acabar con la fría sentencia de: Sí, hijo, somos nosotros.

Muchos padres confían -y casi prefieren-, que se enteren de la verdad en la calle o en la escuela. Digamos que quieren escurrir el bulto.

Por eso lo demoran todo lo que pueden, muchos le tienen miedo a ese momento. También algunos niños se hacen los remolones; no quieren defraudar el esfuerzo que ven en los mayores.

Aquí entra en juego tu trabajo.

El cuento es muy afectuoso y ofrece la posibilidad de crear un ambiente de intimidad familiar, de tener un recuerdo inolvidable al encontrarse con la verdad de los Reyes Magos.

Aunque, el 6 de enero acaba de pasar.

Sí, son las fechas perfectas. Ahora con la calma y la vuelta a la rutina se puede leer sin la tensión de los regalos. Dejarles que lo lean o leerlo con ellos. Y el cuento hará su trabajo.