Melchor, Gaspar y Baltasar ¿Reyes, magos o astrólogos?
5 de Enero de 2019
La historia de los tres Reyes Magos procedentes de oriente, que a lomos de camellos reparten regalos entre quienes se han portado bien, ha cobrado una gran importancia en la cultura católica, especialmente en los países hispanohablantes. Sin embargo, los relatos originales apenas coinciden con esta versión.
SUS COMPONENTES
En ningún evangelio de la Biblia se especifica el número de magos que acudieron a adorar al Mesías, pero sí que viajaban juntos y que llevaban con ellos tres regalos: oro, incienso y mirra. Quizás fue esto lo que llevo al Papa León I a establecer en el siglo III que el grupo estaba compuesto por tres reyes, a pesar de que en las primeras comunidades cristianas de Armenia se hablaba de doce en semejanza a los doce apóstoles.
La primera referencia a sus nombres se encuentra en los textos del mosaico de Sant Apollianire Nouvo, en Rávena (Italia), creado en el siglo VI.
SU PROCEDENCIA
Según el evangelio de San Mateo los magos previeron el nacimiento de Jesús gracias a una estrella de oriente. Así se dio por hecho que los adivinos procedían de las tierras del Este hasta que en relatos de la edad media se les otorgó el honor de representar a los tres continentes conocidos en aquella época (Asia, África y Europa).
En 2012 el Papa Benedicto XVI sitúa el origen de los Reyes Magos en Tarsis, antiguas provincias romanas localizadas en la actual Andalucía.
NI REYES NI MAGOS
En su libro ‘La Infancia de Jesús’ el Papa emérito, Benedicto XVI, explica que los Reyes Magos no eran ni magos, simplemente astrólogos que leyeron en las estrellas el nacimiento de un nuevo rey. Tampoco eran reyes, este título se lo asoció el Papa León I al suponer que poseían grandes riquezas.
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