“No temí por mi vida, yo estaba ahí para evitar que se tirase del puente”

José Antonio Gemio lleva 15 años ejerciendo como Guardia Civil, es Cabo en el puesto de Villafranca de los Barros. La mañana del 24 de septiembre estaba citado en el Juzgado de Mérida. No tenía fijada una hora de llegada, pero el destino quiso que pasara por el Puente Fernández Casado a las 13:20 horas.

En 7Días contamos el pasado 25 de septiembre los hechos, ahora, ofrecemos el relato en primera persona de uno de los protagonistas del mismo.

Fue el día antes, 24 de septiembre, cuando una joven emeritense de 27 años intentó precipitarse del citado puente para quitarse la vida. Justamente en ese momento José Antonio se percató de que la joven estaba del otro lado de la barandilla, por lo que intuyó que nada bueno estaba pasando. Él, iba en sentido contrario, por lo que tuvo que atravesar la nacional que pasa por el Puente Nuevo.

“Yo no tenía hora de llegada al Juzgado, fui a esa hora por casualidades de la vida”, subrayaba el Cabo Gemio. “De repente, en cuanto vi lo que pasaba no me lo pensé ni un segundo. Dejé el coche arrimado a la acera y crucé la mediana. Casi me atropella un coche, pero estaba tan concentrado en mi objetivo que no temí por mi vida, yo solo pensaba que estaba ahí para que eso no pasase, y que tenía que evitarlo de cualquier manera”.

Cuando este Guardia Civil, natural de Badajoz, llegó al lugar donde se encontraba la joven, ésta en un principio rechazó su acercamiento. “Me dijo que no me acercara más o se tiraba al vacío”. Y así era, vacío, pues bajo ese tramo del puente no había agua. La joven se había colocado en la zona cercana a la barriada de San Antonio, donde hay varias parcelas con animales.

El Cabo nos cuenta cómo al principio intenta entablar una conversación con ella, que se resistía a seguir hablando. Poco a poco fue consiguiendo que la joven le contara más sobre su vida y los motivos que le habían llevado a intentar suicidarse. José Antonio dice que ahí tuvo la oportunidad de seguir extendiendo la conversación, puesto que la joven estaba reticente.

Tiene hijos a su cargo. Entonces el Guardia Civil le dio muchos motivos para seguir viviendo. “La vida, aunque a veces sea dura, siempre merece ser vivida. Y más si tienes hijos a cargo, es lo más bonito que te puede pasar”.

El cabo, antes de bajar de su vehículo llamó a la Policía Nacional para que se personaran en el lugar y tener así más refuerzos. Hasta la llegada del Z tuvo que entretener a la joven. Una vez llegaron los agentes de la Policía Nacional, José Antonio se mantuvo a la izquierda, mientras otro se acercaba por la derecha. La joven seguía amenazando con precipitarse si seguían acercándose.

“Yo hacía como que no la escuchaba para conseguir acercarme más a ella y así poder cogerla al igual que el otro compañero por el otro extremo”. El tercer agente aprovechó el nulo campo de visión de la joven por detrás para cogerla por la cintura. Entonces el otro policía la agarró por los laterales. Ella, hasta el último minuto se resistía, y una vez en brazos de los agentes intentó hacer fuerza para lanzarse.

Instantes después una ambulancia recogía a la joven para trasladarla al Hospital de Mérida. “Yo después me fui al Juzgado que es para lo que había venido a la capital. Tras eso me dirigí a la Comisaría de Mérida para informar de las diligencias y luego a mi puesto de mando para explicar lo ocurrido”.

Su día no acababa ahí. “Cuando llegue a mi casa tuve que llevar a mi hijo al pediatra con la mala suerte de que por la noche le estaban operando. Porque a nosotros también nos ocurren cosas como estas”, dice.

Preguntado por si ha vivido situaciones similares nos dice que no. “He vivido situaciones complicadas, extremas, de otro tipo… pero como esta ninguna”. La madre de la joven se puso en contacto con él para agradecerle su trabajo. “Me sentí valorado y tremendamente orgulloso de mi actuación, pero realmente es para lo que estamos, por y para los ciudadanos”, manifiesta.

José Antonio mandó un mensaje de esperanza y tranquilidad para esta familia y espera que la joven se recupere de esta situación lo antes posible.

AGRADECIMIENTOS

Desde entonces José Antonio no ha hecho más que recibir llamadas, incluso de compañeros destinados a otros puntos de España. “Ahora que han pasado unos días es cuando me doy cuenta de lo que realmente significa mi actuación. Ese día no era consciente pero ahora sí. Salve una vida”.

Igualmente ha puesto en valor la actuación de los agentes de la Policía Nacional. “Sin ellos no sé qué hubiera pasado, seguramente la situación no hubiera llegado a buen puerto”. Por eso, aunque en las imágenes y en el vídeo tan solo apareciera él, quiere que la ciudadanía sepa que todos actuaron bajo una situación límite y el éxito de la operación es compartido.

“TENEMOS UNA POLICÍA MUY PREPARADA”

Para finalizar, José Antonio ha destacado la labor que tanto Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local realizan cada día en busca de la seguridad y el bienestar de la ciudadanía. “Tenemos unos profesionales súper dignos, de los mejores preparados del mundo diría yo, siempre al pie del cañón”.

“Pienso que la ciudadanía debería estar orgullosa y satisfecha de la policía que tiene”, señala el Guardia Civil que ese 24 de septiembre salvó la vida de una joven.