OPINIÓN: Ábalos presume de tren

El responsable de Fomento no tiene pelos en la lengua. Para él la tecnología ferroviaria española es la mejor, reconocida en todo el mundo, o por lo menos eso declaraba ayer. Alguien debería enseñarle geografía, porque desde luego no sabe que Extremadura está en España.

El ministro puede llamarlo como quiera, pero la línea de tren española es el hazmerreír desde hace dos siglos, porque, ¿quién se permite tener unas traviesas de madera que se incendian por el calor a estas alturas? Ábalos.

El ministro ha subrayado que invertir en movilidad y en infraestructuras de transporte “es el mejor modo de garantizar el desarrollo en Cataluña y, en general, en toda España”, a pesar de que en Extremadura se mantienen las vías de los años 80. O es que de repente nos hemos independizado del país, con mejores resultados que Cataluña, o poco sentido tiene presumir de tren cuando se incendia, tiene retrasos, se avería o simplemente no aparece.

Los extremeños siguen a la cola esperando un tren digno, y en su lugar la Alta Velocidad llega a Granada este 26 de junio, un hecho que Ábalos menciona como “hito en la historia ferroviaria española, que permitirá enlazar Barcelona y Madrid con la ciudad granadina”. Ya me parecía a mí, Ábalos ha reducido el tamaño del país y Extremadura, solo es una región española para subir impuestos.

Según explica el ministro, fue el catalán Talgo el primero en cruzar la frontera francesa, convirtiéndose en un hito y un símbolo de modernidad, comodidad, velocidad e innovación, dando servicio desde 1969 hasta 2010. Frente a esto, está una Extremadura abandonada que sigue manteniendo unas traviesas de madera que hace pocos días sufrían un leve incendio que obligaba a parar dos trenes, el detalle es que el reconocimiento mundial de nuestras líneas ferroviarias no pasa por la región extremeña. Literalmente.

El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ha realizado este martes, 4 de junio, un viajecito conmemorativo del 50 aniversario de la conexión ferroviaria directa entre España y Europa con el ‘Catalán Talgo Barcelona-Ginebra’, el primero que cruzó la frontera francesa, y lo ha puesto “como ejemplo de la excelencia de la tecnología ferroviaria española reconocida en todo el mundo”, y menos mal, porque como subas a Ángela Merkel en el tren extremeño hay un nuevo Brexit, o Germanxit.

A Ávalos le falta montarse en el tren extremeño, el de las tres velocidades, lento, muy lento o parado, a ver si cuando llegue a Cataluña o cruce la frontera después de décadas esperando le sigue apeteciendo presumir de tren.