OPINIÓN: Ábalos se rinde con el tren extremeño y emigra a Estados Unidos
22 de Noviembre de 2019
Es el ministro de Fomento en funciones (menos mal), José Luis Ábalos, y bajo su opinión España es ejemplo de modernidad si se habla de infraestructuras ferroviarias. Vamos, lo que yo decía, Extremadura no es España.
No contento con el ‘maravilloso’ tren extremeño se lleva el convoy a Estados Unidos, lo que es mejor, se lo lleva para asesorar. No sé que opina Trump de esto, pero allá ellos y sus buenas relaciones, a lo mejor si su ferrocarril se para tanto como el extremeño los aranceles se quedan por el camino.
Para Ábalos -atentos al dato- se han generado en España unas capacidades técnicas, humanas y empresariales que actualmente permiten a nuestras empresas competir en todo el mundo. A este aún no le han llegado los datos del paro y, desde luego, la crisis no le ha afectado.
Por eso, según indica el ministro, actualmente el 80% de la actividad de los grandes grupos españoles de infraestructuras se desarrolla fuera de España y las empresas españolas lideran el ranking mundial por ingresos de contratos internacionales, al obtener 44.000 millones de euros en 2018, de los cuales más de 35.000 corresponden a trabajos tradicionales y casi 9.000 millones a concesiones. Espera, pare el convoy señor Ábalos, y esos empleados ¿son españoles, ingleses o forman parte de los jóvenes que tienen que emigrar por las ‘entusiastas’ acciones del Gobierno central?.
A Ábalos había que dedicarle una de esas excepcionales canciones de las murgas, y en vez de asesorar a EEUU en trenes -pobres de ellos- podría hacer que el Carnaval de Badajoz fuera Fiesta Internacional, por lo menos así se atrae turismo porque los millones de euros que dicen obtener, a Extremadura no le ha llegado ni una ‘mijina’.
Con este personaje se aplica lo de “el hombre es el único animal que cae dos veces en la misma piedra”. Se rindió con el tren extremeño y ahora va a intentarlo en EEUU con un contrato de asesoramiento en el desarrollo del proyecto y en los planes de operación, mantenimiento y planes de negocio de la línea de Alta Velocidad entre Dallas y Houston, con la colaboración de ADIF e INECO.
Proyecto emblemático en EEUU ya que será la primera línea de Alta Velocidad privada del mundo (que no funcione). Y RENFE participa como asesor, pero aspira a poder responsabilizarse de la operación y mantenimiento de los servicios cuando la línea entre en servicio (aspira, dejémoslo ahí, este no pasa la entrevista de trabajo).
Se trata, según el ministro en funciones, de un importante tejido de empresas públicas y privadas capaces de acometer grandes proyectos en Estados Unidos y en el mundo. Aclaremos, en un mundo sin Extremadura, porque, después de tantas reivindicaciones y luchas continuadas, los extremeños siguen quedándose en tierra. Anímese, señor Ábalos, que si en EEUU le va también como aquí ‘será todo un éxito’.
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