OPINIÓN: Ayer fuimos el centro de Europa. Sigamos siéndolo mañana

Ayer en España se hablaron de muchas cosas. Hubo un consejo de ministros extraordinario, Rivera se enfadó con Rajoy y casi todos se alegraron de que el CIS les diese unos resultados mejores de los que esperaban. Todas esas cosas pasaron y seguro que muchas más, pero sólo una pasó en España e hizo de Extremadura el centro de Europa, la entrega del XII Premio Carlos V al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, que otorga la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste.

En el Real Monasterio no sólo se reunieron personalidades históricas de la política española y europea como Felipe González o Marcelino Oreja, también aquellos españoles que en su día presidieron el Parlamento Europeo acompañados de los que ahora mismo dirigen nuestros destinos. Todos ellos en presencia de Su Majestad el Rey que, entregando el premio, dejaba claro que aquello tenía su importancia. Y vaya que la tiene.

En unos días en los que el equilibrio internacional parece tambalearse alrededor del acuerdo nuclear con Irán y el desplante de Trump, se antoja fundamental el papel que los europeos desempeñemos en este escenario. La Unión Europea son muchas más cosas que las ayudas de la PAC o las becas Erasmus. Es mucho más que no tener que cambiar escudos cuando viajamos a Portugal. Europa somos el conjunto de países más antiguos del mundo, que si bien tenemos una historia llena de desencuentros sangrientos, también hemos sido capaces de demostrar que podemos superar el pasado y construir un futuro en común, y por eso mismo nuestra voz es una voz autorizada en lo que a la resolución de conflictos se refiere.

En este escenario cobran pleno sentido las palabras que en la basílica pronunció ayer Tajani y que se referían a poner de relieve los valores que han ido forjando la historia de Europa. Valores de solidaridad y respeto a la diferencia. Valores que hacen de la libertad uno de los pilares en los que se ha construido esta Unión que nos ha proporcionado la mayor temporada sin guerras que se recuerda. Es en base a eso que nos es consustancial sobre lo que debemos ir creciendo, no sólo en número o en capacidad legislativa, sino también en el tono de voz que utilizamos en nuestras relaciones con los demás.

Este hacernos valer y respetar pasa, indefectiblemente, por creer en nosotros y en nuestras posibilidades como unión de ciudadanos. 

Ayer en Yuste, el que es presidente del Parlamento Europeo, la institución que elegimos entre todos los que formamos como individuos la Unión, habló de la importancia de España en esta construcción europea, de nuestra historia de desembarcos hacia fuera y hacia dentro de nuestras fronteras y de que sin la presencia de los españoles, Europa no podría estar completa.

Estas palabras, ponen de relieve la importancia de nuestro país, pronunciadas en un contexto en el que la Unión Europea tiene que reivindicarse como elemento protagonista de la política internacional y estas palabras fueron pronunciadas en Extremadura, que sin duda es y ha de reivindicarse como parte fundamental de una España que a su vez es Europa.

Ayer fuimos el centro de Europa. Sigamos siéndolo mañana.