OPINIÓN: El monumento de la reconciliación, la ‘declaración de intenciones’ y otros asuntos

No podía ser de otra manera. Los Reyes Magos llegaron por adelantado al Consistorio de Badajoz durante la sesión plenaria del pasado jueves y lo hicieron a lo grande. Melchor, Gaspar y Baltasar obsequiaron a los presentes con mociones que abogaban a la reconciliación nacional, a la declaración institucional o al Consorcio de Badajoz.

El oro, el incienso y la mirra eran regalos obsoletos para los grupos políticos del Ayuntamiento. En cambio, y como es común dentro de esta corporación, eligieron la ‘Ley de memoria histórica’ -por tercera vez (por lo menos) en lo que va de legislatura-, la Declaración Institucional sobre la Violencia de Género y cómo no, la unidad nacional entre reproches.

Papa Noel y los Reyes Magos jamás se han puesto de acuerdo ni en el lugar, ni en el día, ni en la forma. Era de esperar.

Vox traía al Pleno una moción para que los grupos políticos se comprometieran a la unidad de España frente a las iniciativas que propician que haya “ciudadanos de primera y segunda”, véase: Ley de Memoria Histórica. Para ello propuso, con el objetivo de la reconciliación nacional, que se dediquen nuevas calles, plazas o monumentos a hechos históricos que “unieron a los españoles”, por ejemplo: “la transición”.

Pero ni la unidad por el país consigue unir a ambas bancadas del salón de Plenos. De hecho, por mojar no se mojó ni el equipo de Gobierno que se abstuvo en un incómodo silencio.

Tampoco hubo consenso con la declaración institucional con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, porque, pese a que ambas bancadas parecían de acuerdo, Vox decidió desmarcarse e irse al alero derecho impidiendo que se llevara a cabo este acto.

Repitiendo titular, Ciudadanos y el Partido Popular solicitaron la creación de un Consorcio para el Casco Antiguo, no sin un doble sentido. Puesto que, aunque todos beban de una misma copa, hay discrepancias, y este es el caso del PSOE que pese a que Ricardo Cabezas votara que sí a esta iniciativa, sus compañeros de equipo en la Asamblea decidieron dejarlo de vuelta y media. Así, mientras Mérida y Cáceres tienen sus propios Consorcios con unas partidas presupuestarias voluptuosas, Badajoz debe contentarse con lo mismo de siempre: nada.

A raíz del consorcio se produjo el debate más bochornoso del día. De hecho, el portavoz del PSOE, Ricardo Cabezas, se mostró muy enfadado porque él “garantiza” el apoyo de su partido a este organismo, aunque ni la Junta ni la Diputación hayan confirmado aún su participación.

Asimismo, hizo prometer que para dar un sí a esta moción era necesario que contaran con él y los colectivos del Casco Antiguo, en una reunión que se celebrará la próxima semana para perfilar este organismo. Algo a lo que el concejal del PP, Jaime Mejías, no se negó. Eso sí, pese al acuerdo y un debate de 40 minutos largos, Mejías terminaba su intervención con un: “¿Está usted chocheando señor Cabezas?”.

La cosa no quedaría ahí si no fuera porque hay personas que escuchan mejor por el oído izquierdo que el derecho. Y es que, el alcalde le dio dos avisos a Cabezas por un supuesto comentario que solo escuchó él, mientras que sus partidarios no recibieron ninguna advertencia.

Fue entonces cuando Rita Ortega, la segunda al mando en el Partido Socialista Obrero Español, haciendo uso de su sabiduría le aconsejó al alcalde de Badajoz que se compre un sonotone para su sordera.

Ese sí podría ser, de cualquiera de las maneras, un buen regalo para el alcalde de Badajoz a la hora de hacer la lista de Navidad aprovechando que llega el Black Friday, ya que, puestos a pedir, ¿por qué no un audífono?