Pablo Sala: “La investigación, cuando se trabaja en equipo, no entiende de fronteras”

A comienzos del mes de abril, sus Majestades los Reyes de España presidieron en CaixaForum Madrid la entrega de las becas ‘La Caixa’ a 120 candidatos seleccionados en la convocatoria de 2017 para cursar estudios de posgrado en el extranjero.

Pablo Sala Torres-Solanot, emeritense de nacimiento, fue uno de estos galardonados. Extremadura7Días se ha puesto en contacto con él para conocer de primera mano que se siente cuándo te dan una oportunidad como esta.

El hecho de que naciera en Mérida en el año 1992 fue cosa del azar. Su madre es aragonesa, mientras que su padre es catalán y por motivos de trabajo se mudaron hasta la capital extremeña, donde nació Pablo. El estudiante guarda muy buenos recuerdos de la ciudad y de los amigos que conserva del colegio Las Josefinas.

Fue en el verano del 99 cuando su familia decide trasladarse a Zaragoza. Pablo no lo entendía y aún recuerda los lloros y las despedidas. Sin embargo, indica, a día de hoy mira hacia atrás y sabe que fue una decisión acertada: “disfruté como un niño de todas las aventuras que Mérida me ofrecía, y una vez en Zaragoza, pude disfrutar de las ventajas que una ciudad de mayor tamaño suele ofrecer. Además de poder visitar a mi abuela cada fin de semana”.

Sus aspiraciones vienen motivadas en gran medida por sus padres. Su madre, licenciada en Matemáticas, se esforzaba por enseñar a sus hijos y transmitirles su pasión; al igual que su padre, ingeniero de caminos, quién les contaba tanto a Pablo como a sus hermanos, como iban las obras al detalle.

¿Por qué y donde se acrecentó tu interés por la física teórica y las matemáticas?

Una vez en el colegio, haciendo mucho uso de internet y de pequeños libros de divulgación científica, empecé a leer sobre física, especialmente sobre el universo. Creo que la mayoría de los que hemos estudiado física empezamos la carrera con Einstein como ídolo y queriendo conocer los misterios del universo: agujeros negros, agujeros de gusano,  viajes en el tiempo y una gran cantidad de ideas que parecen sacadas de una novela de Asimov. Fue esta sensación de tener por límite lo conocido y como ley la de aprender cuanto más mejor, la que me llevo a empezar el grado en física y en matemáticas más adelante.

Una vez empecé el grado de física me di cuenta que no tenía ni idea de lo que era realmente la física  y de todo lo que había detrás. Era incluso más apasionante de lo que me imaginaba y de hecho tomaba prácticamente todo mi tiempo. También percibí que si quería exprimir al máximo lo que aprendía, tenía que aprender más matemáticas y por eso un año más tarde simultaneé el grado de física con el de matemáticas. De hecho a día de hoy de lo que más me arrepiento es de no haber empezado antes. Es por eso que me gustaría animar a los estudiantes  del colegio que estén leyendo esto a que busquen el blog de ciencia, de literatura, de filosofía (lo que más te llame); o incluso pregunten en la universidad. Ese día te lo pasarás estupendamente y puede que si tienes suerte descubras tu pasión.

Gracias a esta beca estás cursando un doctorado en Física Teórica en la Universidad Técnica de Múnich. ¿Cómo valoras por tanto un galardón como este?

Realmente es una oportunidad única y por eso la considero un regalo enorme por parte de ‘La Caixa’. Me permite pasármelo extraordinariamente bien haciendo lo que me gusta y elegir a qué grupo de investigación me quería unir ya que ellos costean mi salario durante los dos primeros años. Vamos, me pagan por disfrutar con mi hobby. Además esta beca me ha puesto en contacto con personas extraordinarias que forman parte del grupo de becarios de ‘La Caixa’ y que destacan en muchas ramas del saber.

¿Crees que las entidades bancarías deben estar comprometidas, al igual que La Caixa, en el futuro de los jóvenes?

Opino que no sólo se trata del futuro de los jóvenes, sino más bien del futuro de nuestra sociedad. Los países se desarrollan cuando promueven la cultura e invierten en educación e investigación algo que en comparación con muchos otros países, muchos de nuestros políticos no parecen entender. Por eso opino que además de las entidades bancarias, todo tipo de negocio que se pueda permitir contribuir a asegurarnos un futuro como país, debería hacerlo. De otra manera los impuestos pagan la formación de muchos y muy buenos estudiantes en las universidades públicas españolas que o bien tienen que irse para dedicarse a lo que quieren, o bien se quedan en España sin tener muy claro si van a poder dedicarse a la investigación.

¿Qué se siente al ser uno de los 120 galardonados entre los más de 1.300 candidatos?

Extremadamente afortunado. Como te decía antes es una gran oportunidad.

¿Y qué sentiste al recibir una beca de la mano de su majestad el Rey Felipe VI?

Tuve un sentimiento de que se reconoce el mundo de la investigación, que es más mi campo, así como otros campos de la cultura. Supongo que de ahí su presencia en la entrega de becas.

¿Cómo fue la experiencia en esa entrega de becas?

Fue muy emocionante tanto por los discursos, así como por el encuentro de todos los becarios.  Fue un momento para compartir con la familia y amigos y recordar toda la vida. Además, también tuvimos la posibilidad de conocer a nuestro ministro de educación y hacerle saber nuestras quejas e ideas (desgraciadamente, más de lo primero que de lo segundo).

En el acto también intervino Javier Ventura-Traveset, becario de Estados Unidos en 1990, quien se dirigió a los asistentes en representación del colectivo de ex becarios de La Caixa. ¿Cómo caló en ti, personalmente, su testimonio?

Me creó cierta incertidumbre del tipo: “estaré yo a la altura de este señor algún día”. Cuando uno ve a gente tan genial como él, con todas las experiencias, ideas  y oportunidades que ha vivido, uno se siente realmente pequeñito. Yo creo que fue una fuente de motivación cuando nos dijo que está no es la meta, sino el inicio de la carrera y todo lo que esta beca supuso para él cuando era joven.

¿Crees que tu carrera profesional se podría desarrollar plenamente en una comunidad como Extremadura?

La investigación da lo mejor de sí cuando se trabaja en equipo, y por eso no entiende de fronteras. Cada día trabajo y converso con gente de todo el mundo, intercambiamos ideas y puntos de vista, y yo creo que hay que estar donde eso se hace posible.

Por último Pablo, ¿cuáles son tus proyectos futuros?

De momento acabar mi doctorado (dentro de más o menos tres años), disfrutar con lo que hago, trabajar duro y aprovechar todas las oportunidades que vayan apareciendo.