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¿Puede el cambio de hora afectar a nuestro bolsillo?

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27 de Octubre de 2019

¿Puede el cambio de hora afectar a nuestro bolsillo?

Un año más, se acerca el momento del cambio de hora, durante la madrugada de este sábado, 26 de octubre, los españoles cambiarán las manecillas del reloj y, a las tres serán las dos, para adaptarse al horario de invierno.

El cambio de hora siempre se relaciona con el mejor aprovechamiento de la luz y el ahorro energético, ya en 1784, Benjamin Franklin, embajador de EEUU en Francia, envió una carta proponiendo algunas medidas favorables para el ahorro energético.

Algunas de éstas fueron: poner un gravamen a las personas que impidiesen la entrada de la luz a las habitaciones de sus viviendas, regular el consumo de cera y velas y hacer replicar las campanas de las iglesias al amanecer para que la gente se levantase a la misma hora.

En realidad, no se le hizo mucho caso, pero poco a poco algunas de sus ideas se fueron aplicando hasta que en 1905 William Willet propuso adelantar los relojes 20 minutos todos los domingos de abril para ganar luz las tardes de verano y hacer lo contrario en otoño, pero los científicos se opusieron y no fue hasta 1916 cuando se tomó una medida para el ahorro energético.

El 30 de abril de 1916 durante la Primera Guerra Mundial el káiser Guillermo II aprobó el cambio de hora para ahorrar carbón, países como Alemania, Austria y Hungría adoptaron esta medida que duró unos meses. En 1974 el cambio de hora se convirtió en norma, después de la primera crisis del petróleo y en 1981 se aplicó como directiva europea.

Desde entonces, todos los países de Europa cambian sus relojes para conseguir un ahorro energético, aunque según aseguran expertos del sector, el cambio apenas modifica la factura en los hogares.

Los datos oficiales son que los españoles se ahorran un 5%, lo que equivale a unos seis euros por hogar al año. La luz y calefacción que no se usa a primeras horas del día se gasta por las tardes ya que anochece antes. Los argumentos sobre el ahorro energético son controvertidos y han provocado que el cambio tenga las horas contadas.

CONSEJOS PARA AHORRAR ENERGÍA

Es decir, que hace un tiempo este cambio de hora sí servía para ahorrar, pero ahora nuestros bolsillos no lo notan mucho. Sin emargo, Puntronic recopila una serie de consejos para ahorrar de manera eficaz energía en el hogar.

La luz natural es nuestra gran aliada. Nos ayudará a que nuestro hogar sea mucho más eficiente, cuanta más luz aprovechemos del exterior de nuestra vivienda, menos luz artificial deberemos utilizar. Pero no solo eso, en invierno cuanta más luz dejemos entrar menos gasto en calefacción, ya que la luz natural, además de iluminar también calienta.

Las luces que no se utilicen siempre apagadas. El siguiente paso es no malgastar en luz artificial.Además, siempre hay que utilizar bombillas tipo LED, que consumen hasta un 80% menos que las normales.

Los electrodomésticos que no se utilicen mejor tenerlos desconectados. A excepción de frigoríficos y congeladores. Esto suele pasarnos con aparatos electrónicos como por ejemplo televisores, reproductores de vídeo o torres de sonido y muy especialmente con ordenadores de sobremesa y PCs portátiles.

Tener contratada la potencia adecuada a nuestras necesidades. La potencia contratada supone un coste fijo en la factura, simplemente hay que pagar por tener “luz", no importa si la utilizas o no, si no pones ningún electrodoméstico o si no estás la mayoría del día en casa, este es un coste fijo que habrá que pagar cada mes.

Por ello, es recomendable leer las instrucciones de nuestros electrodomésticos para calcular cuánto gasta cada uno y cuántos podríamos tener encendidos a la vez y a esto añadirle lo que consumen los pequeños electrodomésticos y la luz y así no pagar de más por una potencia que no se necesita. Las potencias más comunes en los hogares españoles son 3,45 kW y 4,6 kW.

Aprovechar las horas más baratas de la energía. Siempre y cuando se disponga de discriminación horaria en la factura energética, se podrá planificar las tareas para utilizar los electrodomésticos en las horas en las que la energía es más barata, además, la mayoría de los nuevos electrodomésticos son programables por lo que se empezarán a funcionar cuando más nos convenga.

Frigoríficos y congeladores abiertos el menor tiempo posible. También hay que hacer un consumo responsable con los frigoríficos y los congeladores, si bien su uso es continuado y hay que tenerlos conectados 24 horas al día los 365 días del año, hay una manera de ahorrar energía y es tan simple como abrirlos el menor tiempo posible para que no suba la temperatura interior.

Cocinar con tapas puestas en ollas y sartenes. A la hora de cocinar deberíamos intentar mantener el calor, una buena manera es cocinar con tapas en ollas y sartenes para que el calor no se pierda y lo aprovechemos al máximo, así cocinaremos mucho más rápido y de forma más eficiente.

Acabar de cocinar con el calor residual. El calor residual es aquel que desprenden hornos y vitrocerámicas cuando ya los hemos desconectado y con ellos se puede seguir cocinando, así que no desaprovechemos esta energía y desconectemos los aparatos un momento antes para acabar de cocinar con este tipo de calor.

Comprar los electrodomésticos no solo por el precio. A la hora de comprar un electrodoméstico no solo es importante mirar el precio, si no también su clasificación energética, la A+++ es la mejor, y aunque este tipo de electrodomésticos pueden ser algo más caros a la larga ahorraremos en electricidad, al ser más eficaces.

Otra manera de ahorrar con los lavavajillas es decantarnos un por uno que tenga modo "eco" ya que utiliza menos agua y, por lo tanto, gastaremos menos electricidad en calentar esa agua.

Hacer un buen mantenimiento de los electrodomésticos. Hay que hacer un buen mantenimiento de los electrodomésticos, ya que esto no solo alargará la vida útil de los aparatos, sino que también hará que sean mucho más eficientes. Y es que la plancha es un aparato que necesita mucha energía para ponerse a punto, por lo que cuantas más veces la conectes, más energía se desaprovecha.

Por último, hay que recordar que hay que mantener la vivienda a una temperatura adecuada, la cual está en torno a los 21 grados. En invierno es aconsejable mantener la calefacción algo por debajo de esta cifra. Hay que pensar que cada grado de diferencia supone un grandísimo gasto.

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