Los motivos por los que Ribera Salud abandona Villanueva de la Serena

Ribera Salud se irá del Hospital Santa Justa de Villanueva de la Serena, propiedad del Ayuntamiento, antes de que comience febrero. El contrato se firmó en 2019 por ocho años, pero tras algo más de tres años la falta de actividad en el centro obliga a la empresa a rescindirlo.

Lo cierto es que cuando ganaron el concurso y se comprometieron a prestar este servicio, descubrieron que los programas Paracelso (para externalizar los servicios de operaciones) y el Galeno (para pruebas diagnósticas) estaban activos y correspondían al anterior grupo: Quirón Salud.

Así, el Servicio Extremeño de Salud tenía que desviar los pacientes a una de sus clínicas en Cáceres y no al centro de Villanueva. Esto es lo que ha provocado que durante todo este tiempo no hayan tenido actividad y, por tanto, que sus 38 trabajadores hayan estado cobrando sin ejercer sus funciones, a pesar de que la Junta de Extremadura les había asegurado que en unos meses el problema estaría resuelto.

Desde el grupo Ribera lamentan la ausencia de actividad, a pesar de la lista de espera existente en los centros sanitarios de la región, las necesidades de la población de esta área y, sobre todo, “que no se tengan en cuenta estas instalaciones que hemos puesto a disposición de la Junta para descargar de pacientes al sistema público y reducir esas esperas”.

“Hemos apostado por ofrecer un servicio sanitario de calidad para mejorar la oferta asistencial de la zona; hemos invertido más de 1 millón de euros en la modernización de las instalaciones y la renovación del equipamiento; y nos hemos volcado con la comunidad, con acuerdos de colaboración con asociaciones de personas en riesgo de exclusión, por ejemplo para los servicios de jardinería y restauración, así como con acciones de educación para la salud, con charlas y talleres y en colegios y entidades sociales”, explican.

Según indica a 7Días el presidente del Grupo Sanitario Ribera, Alberto de Rosa, ya advirtieron a la Junta de Extremadura en octubre de 2022 que si todo seguía igual el 1 de enero se marcharían. Y así ha sido, la situación es insostenible para ellos.

Hasta ahora han estado esperando la formalización de los acuerdos de colaboración con el Gobierno extremeño, que no se ha producido, tal y como esperaban tras ganar el concurso al que fueron invitados por la propia Junta.

En declaraciones a este medio asegura que la decisión es exclusivamente suya y no del grupo francés (Vivalto Santé) al que pertenece Ribera Salud, dejando claro que lo que ha ocurrido en Villanueva no es ejemplo de buenas prácticas entre lo público y lo privado.

Para Alberto de Rosa “es sorprendente que en tres años no se haya resuelto este problema con el anterior grupo”, puesto que no quería irse debido a que su espíritu es “de colaboración” con la región.

En relación a la Clínica Extremeña de Salud de la ciudad de Badajoz, “pese a todas las dificultades a las que nos hemos tenido que enfrentar, seguimos interesados en su apertura. Estamos pendientes del pronunciamiento de la Audiencia Provincial de Badajoz, previsto para el mes de mayo, y que este nos permita iniciar la actividad allí lo antes posible”.