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SEO/BirdLife: “Hay que salvar los humedales, de este año no pasa”

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1 de Febrero de 2023

SEO/BirdLife: “Hay que salvar los humedales, de este año no pasa”

 

El 85% de los humedales españoles de relevancia internacional, una lista que incluye a Doñana, Mar Menor, L’Albufera de Valencia o las Tablas de Daimiel, se encuentra en un estado de conservación preocupante (18% estado moderado, 29% pobre y 38% muy pobre). Esta es una radiografía similar a la del año pasado.

 

Lo que ha cambiado respecto a 2022, y de manera significativa, es el marco para activar la conservación y recuperación de los humedales. Este año los humedales ya cuentan con un plan estratégico hasta 2030 y con financiación proveniente de los fondos de recuperación.

 

Siguiendo el lema que ha fijado la Convención Ramsar, -la Convención Relativa a los humedales de Importancia Internacional y organizadora del Día Mundial de los Humedales, “es la hora” de conservar y recuperar las zonas húmedas en nuestro país. Hay retrasos que vienen desde 2007 y, de este año, "no puede pasar".

 

En la actualidad se estima un patrimonio húmedo de, al menos, 2.000 humedales, la mayor parte de ellos continentales (92%), aunque en superficie supongan solo alrededor del 14% del total.

 

Por el contrario, las zonas húmedas costeras son escasas en número, pero mantienen extensiones considerables, como es el caso de exponentes de relevancia internacional como Doñana, Mar Menor, Delta de l’Ebre o L’Albufera de Valencia.

 

Entre los de interior (o continentales), los de agua dulce son los más numerosos (46%), aunque únicamente representan el 2% de la superficie húmeda total, es decir, muchos, pero muy pequeños.

 

De todos estos espacios, 75 son humedales incluidos en la lista Ramsar por su relevancia internacional. En total, las zonas Ramsar en España suman más de 300.000 hectáreas, convirtiéndolo en el tercer país del mundo en número de humedales acogidos a este convenio, donde se dan cita aproximadamente 370 especies de aves de forma más o menos habitual, de las cuales 137 dependen de una u otra forma de los humedales. Además, desde hace unos meses, cuenta ya con la primera ciudad Ramsar: Valencia.

 

Según los datos oficiales el 49,6% de los humedales del inventario están conservados o bien conservados, siendo idéntica la proporción de los que se consideran alterados o muy alterados, con un 0,8% de desaparecidos.

 

Sin embargo, estos datos contrastan con los de SEO/BirdLife. Si se atiende a la calidad de hábitat necesaria para las aves, la ONG ambiental estima que de los 75 humedales Ramsar en España (hay un 19% de sitios sin evaluar) el 85% de ellos se encuentra en un estado de conservación preocupante.

 

Además, todos los humedales Ramsar analizados por la ONG sufren una presión global calificada como ‘alta’ o ‘muy alta’, que afecta a la extensión y calidad del hábitat requerido por las poblaciones de aves acuáticas.

 

El 22% de las poblaciones invernantes y migrantes de aves acuáticas presenta importantes problemas de conservación, cifra que se dispara al 63% en el caso de las poblaciones de aves acuáticas que usan los humedales españoles para reproducirse. De hecho, casi 3 de cada 10 especies de aves que dependen de estos ecosistemas están gravemente amenazadas.

 

Prácticamente todos los espacios emblemáticos identificados en España con reconocidos y graves problemas de conservación son ecosistemas de humedal: Doñana y las Tablas de Daimiel (especialmente afectados por la extracción excesiva y a menudo ilegal de agua subterránea), el Mar Menor (que recibe aportes hídricos contaminados por la agricultura y ganadería intensivas del entorno, y que además soporta una altísima presión urbanística), el Delta de l’Ebre (amenazado por la drástica disminución de sedimentos que ha entrañado la regulación del Ebro y por la progresiva subida del nivel del mar), y L’Albufera de Valencia (por eutrofización y reducción de aportes hídricos), entre otros.

 

Precisamente, Doñana y las Tablas de Daimiel están incluidos en el Registro de Montreux del Convenio de Ramsar desde la creación del mismo en 1990, que recopila aquellos espacios húmedos cuyas características ecológicas han sido seriamente alteradas y amenazan con perder su funcionabilidad original.

 

Además, son siete los humedales de Importancia Internacional afectados por expedientes informativos o quejas Ramsar: Doñana, Tablas de Daimiel, Mar Menor, Aiguamolls de l’Empordà, lagunas de Ruidera, y albuferas de Valencia y Mallorca; y hay dos sitios que tienen abiertos procedimientos de infracción europeos, Doñana y delta del Ebro.

 

A todo esto se unen las proyecciones climáticas que pronostican un agravamiento de la situación de los humedales con un riesgo muy elevado de pérdida de especies de aves acuáticas.

 

Las Administraciones públicas tienen que hacer los deberes ¡ya!

 

Los humedales constituyen los ecosistemas que mayor regresión ha experimentado desde el siglo pasado. Hasta la fecha, casi el 90% de los humedales del mundo se han degradado o perdido. En España, a lo largo de los 200 años anteriores a la década de los 90, ha desaparecido entre el 60% y el 75% de la superficie húmeda original, cuantificada entre 280.000 y 500.000 hectáreas.

 

A pesar de su patrimonio de relevancia internacional y de la constatación de su degradación, las Administraciones Públicas, en las últimas legislaturas, no han otorgado a las zonas húmedas el carácter prioritario que deben tener.

 

Esta situación, afirman, pretende revertirse con el recientemente aprobado Plan Estratégico de Humedales a 2030, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), más de 20 años después de que se aprobara su plan antecesor, y en un momento en el que algunas de las joyas de la biodiversidad del país, como es el caso de la propia Doñana o las Tablas de Daimiel, se hallan en una situación crítica.

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