UPA advierte de las consecuencias para los ganaderos de porcino ante la nueva medida

Los ganaderos de porcino españoles esperan con preocupación la nueva normativa que podría poner en peligro la viabilidad de sus explotaciones. La medida es una disposición final del Real Decreto 159/2023 sobre Bienestar Animal, que obliga a las granjas a ampliar sus instalaciones o reducir el número de animales. 

La delegación de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) se ha reunido el pasado 22 de mayo con el director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, Valentín Almansa, quien ha trasladado las pérdidas que provocaría esta medida entre los ganaderos de porcino. La disposición afectará a las explotaciones a partir de marzo de 2025 y ya se está aplicando a proyectos de nuevas granjas. 

UPA ha explicado que, ante la dificultad o imposibilidad de ampliar las granjas, los ganaderos se verán obligados a reducir el número de animales presentes en las mismas. Esta medida reducirá fuertemente su rentabilidad. 

Por ello, han asegurado que las pérdidas deberán de ser compensadas por los integradores, que tendrían que pagar más a los ganaderos por la crianza de los animales. 

Aun así, la asociación trasladará sus propuestas a toda la rama productora porcina en la Interprofesional Interporc, con la finalidad de elaborar un plan conjunto y transmitirlo al Ministerio de Agricultura. Y el objetivo es mantener la rentabilidad de las granjas de porcino, que tienen “una enorme importancia para España”. 

El Ministerio de Agricultura ha reconocido ser consciente de los efectos de la reducción de los animales en las granjas. En consecuencia, se ha mostrado “abierto” a incrementar la densidad si el sector presenta un plan con medidas, como la instalación de materiales manipulables.