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1.500 extremeños precisan de diálisis o trasplante para poder seguir viviendo

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14 de Marzo de 2024

YO LA PONDRÍA EN DESTACADA SI NO HAY NADA: 1.500 extremeños precisan de diálisis o trasplante para poder seguir viviendo

 

La Enfermedad Renal Crónica se ha convertido en un grave problema de salud pública en todos los países y también en España, donde se estima que afecta ya al 15% de la población (unos 7 millones de españoles), en cualquier estadio de la enfermedad e incluyendo a las personas sin diagnosticar. Además, la prevalencia del Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), es decir, el número de personas que están en diálisis o trasplante para sustituir la función de sus riñones, ha aumentado más de un 30% en la última década en España, situándose en 1.411 pacientes por millón de población (pmp).

 

En concreto, un total, 66.982 personas en España están en diálisis o trasplante. Se trata de una de las enfermedades más desconocidas por la población en general en nuestro país, pero que tiene un elevado impacto socio-sanitario y en la calidad de vida de los pacientes, debido en parte a que sus síntomas son poco reconocibles en los estadios iniciales de la enfermedad, lo que dificulta su diagnóstico precoz y tratamiento. Por ello es importante implantar programas de detección temprana en la población de riesgo, para detectarla antes de que llegue a sus fases más avanzadas.

 

EXTREMADURA

 

Extremadura se sitúa por encima de la media nacional en la prevalencia (número total de casos) de pacientes con ERC en TRS, en la que alcanzó en 2022 los 1.434 pmp (frente a 1.410 pmp nacional), también por encima de la prevalencia registrada el año anterior en la comunidad (1.322 pmp), en el que creció un 8,4%. Por su parte, la incidencia (nuevos casos) alcanzó las 162 pmp, también superior a la media nacional (150 pmp), con un crecimiento del 23% respecto a 2021, según los últimos datos del Registro Español de Enfermedades Renales (REER). Con todo ello, ya son unas 1.500 las personas en Extremadura las que precisan TRS para reemplazar la función de sus riñones, es decir, diálisis o trasplante.

 

Ante esta situación, los profesionales de Nefrología y los pacientes renales, junto a otras sociedades científicas y organizaciones, han querido aprovechar el "Día Mundial del Riñón", que se celebra este 14 de marzo, para insistir al Ministerio de Sanidad y las autoridades sanitarias en la necesidad de desarrollar un Plan de Salud Renal de ámbito nacional que recoja medidas concretas para avanzar en la prevención y diagnóstico precoz de la ERC y frenar así su crecimiento. Tanto nefrólogos como pacientes renales inciden en la necesidad de dar una mayor visibilidad a la ERC y en que las administraciones públicas realicen un mayor esfuerzo para promover y potenciar la prevención y el diagnóstico precoz de esta patología, conocida como la "epidemia silenciosa" y que tiene una tasa de infradiagnóstico de más del 40%.

 

"A pesar de su elevada prevalencia e incidencia, y del aumento de su mortalidad en la última década, la ERC sigue siendo una gran desconocida para la gran mayoría de la sociedad. Hay que lograr que los ciudadanos se preocupen por su función renal y la salud de sus riñones, igual que lo hacen con sus niveles de colesterol o ácido úrico, o con su tensión arterial", afirma el doctor Emilio Sánchez, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.). El presidente de los nefrólogos andaluces lamenta que este conocimiento social de las enfermedades renales y el impacto que tienen sobre la calidad de vida de los pacientes y el sistema sanitario sea mucho menor "si se las compara con otras patologías, que son más populares porque reciben un mayor interés de las autoridades y decisores públicos y de los medios de comunicación".

 

"Es necesario que la estrategia sobre ERC aprobada en 2015 con el consenso de todas las comunidades autónomas se actualice para dar respuesta a los nuevos retos planteados en los últimos años por la preocupante escalada tanto de su incidencia como de su prevalencia y mortalidad", asevera Emilio Sánchez. En este sentido, pacientes y nefrólogos también piden otras medidas clave para avanzar en la mejora de los tratamientos y la atención y calidad de vida de las personas con enfermedad renal, en especial las que tienen que someterse a diálisis o trasplante para poder seguir viviendo. En concreto, en seguir fomentando el trasplante de riñón, tanto a través de donante fallecido como de donante vivo; y en potenciar las terapias de diálisis domiciliaria (diálisis peritoneal o hemodiálisis domiciliaria). Estas terapias son modalidades de diálisis realizadas en el hogar del paciente, más flexibles y personalizadas que otros tratamientos como la hemodiálisis en hospital, y proporcionan múltiples beneficios clínicos a la vez que mejoran la autonomía y la calidad de vida de los pacientes y facilitan su conciliación laboral y familiar.

 

Según un estudio basado en un modelo de microsimulación que permite proyectar la epidemiología y costes asociados a la ERC basándose en su evolución actual, los costes sanitarios directos de esta enfermedad aumentarán un 13,8% en cinco años, alcanzando los 4.890 millones de euros en el año 2027, una cifra que equivale al 7% del presupuesto actual de todas las comunidades autónomas en Sanidad y que se acerca al presupuesto total de comunidades como Navarra o Asturias. El 42,5% de ese gasto corresponderá al coste directo de los pacientes en TRS, el cual se elevará en 2027 por encima de los 2.000 millones, una cifra superior al presupuesto global de una comunidad como la Rioja.

 

El presidente de la S.E.N., Emilio Sánchez, advierte que, "si no se hace nada, en pocos años, un tercio de las personas mayores de 65 años tendrán ERC y esta será la segunda causa de muerte en nuestro país". El crecimiento de ERC se relaciona con factores de riesgo como la diabetes y la enfermedad cardiovascular (responsables de un 40% de los casos), la obesidad, la hipertensión arterial o el tabaquismo, que en su mayoría podrían evitarse o prevenirse con unos hábitos de vida saludables, lo que permitiría frenar su avance.

 

Por su parte, el presidente de la Federación Nacional ALCER de personas con enfermedades renales, Daniel Gallego, señala que "la enfermedad renal sigue siendo una gran desconocida en nuestra sociedad, y debemos visibilizar entre todos la importancia de su prevención y estar pendientes de nuestros riñones. Debemos implementar un plan de salud renal nacional, con estrategias claras para prevenir, detectar, manejar y tratar a las personas con enfermedades renales, con indicadores de calidad para que se implementen en todas las comunidades autónomas, y así evitar la variabilidad. Las políticas de salud solo están completas si incluyen la prevención, detección precoz y equidad en el acceso a los tratamientos y recursos sociosanitarios. En la enfermedad renal es crucial un diagnóstico precoz para poder retrasar y manejar la progresión de la enfermedad todo lo posible, ya que nuestros riñones hacen un trabajo imprescindible".

 

Asimismo, apunta que "debemos reconocer entre todos la importancia de los riñones; al igual que reconocemos la importancia del corazón o del cerebro, la población general debe hacerse un chequeo anual para conocer su filtrado glomerular y su creatinina, para familiarizarse con estos términos como ya ha sucedido con el colesterol o el azúcar".

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