Ocho meses sin ver a su hijo en Badajoz: "La causa parece menos por ser la de un padre"

7Días publicó hace unos meses una carta escrita por J.A.M., un padre que lleva mucho tiempo sin poder ver a su hijo, que actualmente vive en una vivienda de Badajoz junto a su ex pareja. Meses después parece que la situación no ha cambiado.

El afectado expresaba que la madre del menor no pone de su parte para entregarlo cuando le corresponde: "Yo pongo todo de mi parte, hago todo lo que hay que hacer y lo que se me pide. Y quizá por eso llevo meses sin ver a mi hijo".

Al parecer, según ha afirmado a este medio, van a cumplir ocho meses desde la última vez que tuvo contacto físico con el menor y achaca parte de la culpa a la justicia: "Si las resoluciones judiciales se hubieran respetado yo ahora debería estar pensando en los planes de verano con mi hijo". Ya ha pedido ante la justicia que se cumpla el régimen de visitas, pero critica que la causa "parece menos por ser la de un padre". 

J.A.M. manifiesta además su dolor y daño psicológico que le causa la situación ya que supuestamente el juez impuso una orden de alejamiento contra la pareja sentimental de la madre por maltrato a su propio hijo: "Ni siquiera sé en qué estado físico y emocional se encuentra después de saber lo que ha vivido".

CARTA DE J.A.M.

"En abril de este año, en este mismo periódico, publiqué una carta en la que denunciaba los 5 meses que la madre de mi hijo lleva sin permitirme verlo pese al régimen de visitas impuesto por un juez. A día de hoy, terminándose ya el mes de junio, mi situación no ha cambiado nada, y van a ser 8 meses los que lleve sin ver a mí único hijo de 9 años de edad.

No es famosa la justicia en este país por su rapidez, y puede ser que haya casos en los que se requiera una demora por la complejidad de lo tratado, pero no es posible que ante un menor al que no se le permite ver a la mitad de su familia se esté actuando de esta manera. Hace meses que a través de mi abogado tramité una demanda civil reclamando el cumplimiento del régimen de visitas, es decir, reclamando algo que debería ser de obligado cumplimiento. Algo que la justicia y los poderes del Estado deberían garantizar sin que yo tenga que acometer esta lucha porque no soy yo la parte que esta incumpliendo la norma.

Sin embargo, vuelvo otra vez a un medio de comunicación que ampare mi caso ya que sigo huérfano de más posibilidades con las que defender esta causa. Una causa que parece menos por ser la de un padre, y solo pido que se me trate en condición de igualdad ante el abuso cometido por la madre de mi hijo. Un abuso que me causa angustia al sentir que me estoy perdiendo la infancia de mi hijo, unas restricciones impuestas que solo significan dolor y daño psicológico hacia una persona que se ve completamente indefensa.

Esta situación que se asemeja a puro maltrato, en el que el arma usada para ello es mi propio hijo, no puede continuar. A esta situación insoportable hay que añadir, además,"supuestamente" la orden de alejamiento que ha impuesto un juez contra la pareja sentimental de la madre por maltrato a mi propio hijo. ¿Qué debo hacer yo ahora? Ni siquiera sé en qué estado físico y emocional se encuentra después de saber lo que ha vivido. Ni tan siquiera puedo escuchar de la boca de mi hijo lo que ha tenido que soportar. Y aún así la justicia parece no mover un dedo por mí, que soy el padre biológico, que trato por todos los medios de estar pendiente y atender a mi hijo sin que se me permita hacerlo.

Si todo hubiera sido distinto, si las resoluciones judiciales se hubieran respetado, yo ahora debería estar pensando en los planes de verano con mi hijo: llevarlo a casa de su abuela a estar todo el día en la piscina, en ir unos días a la playa a jugar con la arena y las olas… Pero nada de esto podrá ser porque se me está arrebatando el preciado tiempo que podría dedicar a ser padre para tener que invertirlo en ser denunciante sin que sirva de nada".