OPINIÓN: Tren indigno, más indigno

“El sentimiento se construye con actos que se realizan” (Sartre)

Año Nuevo, Gobierno en Funciones, RENFE y ADIF deciden cerrar las taquillas en las estaciones de ferrocarril con menos de 100 viajeros diarios, acción política que ha originado estupor, rabia, impotencia, desaliento, desamparo...

La medida no queda exenta de suspicacia, desde el momento en que la Junta de Extremadura, alcaldes y otros cargos han guardado silencio sobre la misma, lo que les convierte en cómplices.

Detrás sólo puede haber un criterio economicista, que constituye en sí mismo todo un acto de injusticia social, porque ahonda en la desigualdad entre los españoles, porque perjudica a esa tan nombrada y olvidada España Vaciada, porque va contra los habitantes que residen en pueblos, porque harán más dependientes a nuestros mayores y a las personas que no están familiarizadas con la tecnología, porque contribuirá aún más al deterioro del indigno servicio y al incremento del paro, porque el servicio público que prestan las taquillas nunca se podrá suplir desde el punto de vista social y humano por la adquisición de billetes en oficinas de correos o en esas máquinas expendedoras, aún no instaladas.

Es evidente que se ha dejado a un lado el bien común y se olvida  el bienestar de parte de la ciudadanía.

La línea Mérida-Puertollano, que articula Extremadura de este a oeste y une el este con la capital extremeña y con Madrid, que comunica los pueblos, y la única que pueden utilizar los habitantes de SESIVA, no contará en su tramo extremeño con una sola taquilla.

Las estaciones de Guareña, Don Benito, Villanueva de la Serena, Castuera y Cabeza del Buey, dejarán de prestar el servicio de venta de billetes en taquilla.

Una vez más, los gobiernos nacional y regional, perjudican a esta extensa zona de Extremadura, ya discriminada desde el ámbito de la atención sanitaria de calidad, las infraestructuras educativas, infraestructuras ferroviarias y viarias, no olvidemos que ha sido privada de la Alta Velocidad. La inequidad hace mella en SESIVA.  

Renfe y Adif, podrían junto con el ministro Ábalos, entonces titular de Fomento y ahora de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, adoptar otras medidas de ahorro, tales como funcionar como una única entidad pública, que contaría con un solo consejo de administración, se reducirían un bueno número de cargos políticos y, además se actuaría con más eficacia, disminuirían las controversias y despilfarros, fruto de decisiones adoptadas erróneamente o irresponsablemente.

La Junta de Extremadura se ha limitado a dar a conocer el pasado día 11 su malestar por esta acción política y, en palabras de la consejera Portavoz, espera que la decisión que se adopte tras las conversaciones que se están manteniendo con las comunidades autónomas sea favorable a los usuarios. En caso de ser desfavorable, cabe preguntarse si la Junta tiene prevista alguna acción reivindicativa, su silencio mostraría, una vez más, la incapacidad y desinterés del gobierno extremeño por buscar el bienestar de la ciudadanía extremeña.

Es de dominio público que la agrupación de electores Teruel Existe ha arrancado al presidente del Gobierno el compromiso de paralizar esa supresión de taquillas. Así que desde nuestra tierra tendremos que gritar al nuevo Gobierno: ¡EXTREMADURA EXISTE!, ¡SESIVA EXISTE!.

Lamentablemente habrá alcaldes, diputados, senadores, parlamentarios extremeños y otros cargos mudos ante esta afrenta al principio de igualdad, a la dignidad de extremeños y extremeñas, porque sus intereses son otros, porque no quieren saber o desconocen que una política democrática debe tener como principio fundamental el interés por la vida real de las personas, trabajando para que se garantice entre unas y otras una igualdad, no sólo formal y legal, sino real y efectiva; lo contrario seguirá dando lugar a las crecientes desigualdades en la población extremeña.

Nos anunció el presidente Vara en su último Discurso de Fin de Año  que somos gente de pueblo y somos gente con pueblo y que no debemos dejar de ser reivindicativos y, por supuesto, no resignarnos nunca, y que se agotó nuestra paciencia con el ferrocarril.

“Tenemos que ser conscientes, amigos y amigas, de algo fundamental. Si queremos a nuestros hijos y los queremos mucho, si les queremos dejar en la mejor de las situaciones y nos preocupa su futuro, su trabajo y su vivienda, nos tiene que preocupar también el mundo en el que van a vivir”.

Se olvidó añadir que el futuro no es un regalo, sino una conquista, y quien siembra desigualdad sólo puede cosechar fracasos.

A estas alturas, ante tantos egos, tanta palabrería, promesas incumplidas, arbitrariedades, despilfarros, silencios, clientelismo, nepotismo, desigualdad, inequidad,… aludir al refrán popular: “Si bien me quieres, Juan, tus obras me lo dirán".

FIRMADO: Valentín Sánchez Calvo.