Al contenedor amarillo van los envases de plástico, latas y bricks
16 de Julio de 2019
El Consorcio de Gestión de Servicios Medioambientales de la Diputación de Badajoz, Promedio, ha identificado como principales errores en la separación de residuos para su reciclaje el depósito de textil, plásticos no envases y papel y cartón en el contenedor amarillo. Un error que de corregirlo aportaría más de 120.000 euros en ingresos para mejoras en los servicios de recogida.
Según los datos que se desprenden de las auditorías realizadas por Ecoembes y otros gestores autorizados en las rutas del consorcio, alrededor del 36% de los materiales que acabaron en el contenedor dedicado a los envases de plástico, latas y briks deberían haber tenido otro destino.
En concreto, llama la atención el depósito de ropa y zapatos (en torno al 4%). “Es un material fácilmente identificable y existen contenedores en las vías urbanas, en puntos limpios, o bien hay asociaciones sin ánimo de lucro que se encargan de recoger las prendas con fines sociales”, subraya Nieves Seijo, jefa de la unidad de Residuos del Consorcio. Si no hubiera opciones para darle una segunda vida, la “única solución válida es echarlo al contenedor verde de la fracción resto, nunca al amarillo”.
“También es curioso el elevado porcentaje de papel y cartón que se encuentra en los contenedores amarillos (5%), cuando es habitual encontrar islas de reciclaje con los recipientes de color verdes, azul y amarillo juntos, es decir, que poco cuesta elegir en el lugar adecuado, en este caso, el contenedor azul”, denuncia.
El tercer material que también suele penalizar en la calidad de la recogida son los plásticos no envases (7%). Se trata de cubos, utensilios, juguetes, sillas o cualquier otro material plástico que no envasaban en su vida útil ningún producto de consumo y que, por tanto, no deben acabar en el contenedor amarillo. “Entendemos que puede ser difícil de comprender este punto, pero debemos cambiar el chip: el contenedor amarillo no es el de los 'plásticos', sino el de los 'envases'; en concreto, los envases de plástico, latas metálicas y tetra briks”, remarca Seijo.
“Estos tres errores son los más llamativos y los que, de corregirlos, nos harían bajar de la barrera del 20% en el volumen de impropios, una cifra más adecuada a la realidad actual y que reportaría más de 120.000 euros en ingresos para mejoras del servicio”, concluye.
Existen otros materiales, como el film o los envases de origen industrial (8%) u otros pequeños residuos mezclados (12%, basura orgánica, vidrio, restos de aparatos eléctricos o electrónicos), que también acaban estropeando el esfuerzo de aquellas personas que apuestan por la separación de residuos en su hogar.
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