51 años de la Revolución de los Claveles: el día que el pacifismo acabó con la represión
25 de Abril de 2025
Se cumplen 51 años desde que tuvo lugar en Portugal uno de los eventos más populares como símbolo de la lucha popular. Se trata la caída del régimen dictatorial de António de Oliveira Salazar que, tras 48 años de represión, llegaba a su fin con la famosa ‘Revolución de los Claveles’.
Durante la década de los sesenta se iniciaron diversas guerras independentistas en las colonias que el país luso mantenía en África. Sin embargo, el régimen decidió mantenerlas a pesar de las pocas probabilidades de éxito que presentaban.
Esta decisión provocó un descontento generalizado entre militares y jóvenes que habían sido obligados a ir a la guerra. De esta manera, terminó surgiendo una organización secreta llamada ‘Movimiento de las Fuerzas Armadas’ (MFA).
Esta organización fue la que terminaría llevando a cabo la revolución. Todo comenzó con una canción el 24 de abril. Ese mismo día, las tropas utilizaron la radio para sincronizar sus relojes. A las 22:55 horas sonó la canción ‘Edespois do adeus’ de Paulo de Carvalho, marcando la antesala de una revolución cargada de simbolismo y sed de democracia. A las 00:25 horas, ya del día 25, comenzó a sonar ‘Grândola, Vila Morena’, una canción prohibida por el régimen y que daría el pistoletazo de salida.
En ese momento, los militares procedieron a ocupar puntos estratégicos que habían establecido por toda Portugal, tomando posesión de aeropuertos y edificios estatales. Una mujer repartió flores entre los miembros de la MFA, que las colocaron en los cañones de sus fusiles, imitándoles el resto de ciudadanos de Lisboa, convirtiéndose en el símbolo de la sublevación después conocida como la ‘Revolución de los Claveles’ y un icono de la rebelión pacífica.
Esa misma tarde, el sucesor de Salazar, Carcelo Caetano, desistió y entregó el poder a los sublevados, consolidándose así la revolución. De esta manera, se puso fin también al imperio colonial que Portugal ostentaba en África.
Así fue como el pueblo, unido por una canción y una flor, acabó con la dictadura más duradera de Europa Occidental.
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