FONDENEX gana la partida al alcalde Mérida: continúa la investigación en la ciudad

La ciudad de Mérida está en el punto de mira tras el conflicto entre el Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura (FONDENEX) y el Ayuntamiento de Mérida.

ANTECEDENTES

La denuncia de FONDENEX continúa su curso en Mérida por el derribo completo del convento de ‘Las Concepcionistas’, así como parte de su iglesia, datada del siglo XVI.

Según ha trasladado el presidente de FONDENEX, Francisco Blanco, en una entrevista concedida a 7Días, la organización se reitera “en su compromiso de denunciar todas las acciones que vayan en contra del patrimonio monumental, histórico – artístico y arqueológico de Mérida, siempre desde la verdad y el respeto a la legislación vigente”.

Asimismo, ha señalado que es el juzgado el que tiene que determinar “quienes son los responsables de derribar los edificios protegidos". Por esa razón, en un primer momento se instruyeron “diligencias en calidad de investigados al máximo representante Mérida, así como del Consorcio”. A colación de esta información que formaba parte del auto y fue dada a conocer a los medios, el alcalde de la ciudad monumental, Antonio Rodríguez Osuna, presentó una querella contra el presidente de FONDENEX.

Una querella que tal y como se ha podido saber ha sido archivada. Blanco ha sostenido que la causa contra él se archiva porque “no ven ningún indicio de injurias ni calumnias”. Además, insiste en que “no se retracta de nada porque sólo ha reproducido literalmente el auto del juzgado”.

La denuncia de FONDENEX continúa hacia adelante porque consideran que “es mucha casualidad que una iglesia que estaba en perfecto estado" se haya caído después de 500 años de historia “mientras se estaban realizando obras de demolición”.

Por el momento, FONDENEX ha ganado la partida que continúa su curso. En este sentido, Francisco Blanco ha afirmado que “la jueza en el auto hace alusión a la condición política de Antonio Rodríguez Osuna al ejercer un cargo público” y poder ser criticado por la ciudadanía.