Cerca de 2.200 establecimientos extremeños evitan la contaminación de aceites usados
22 de Septiembre de 2018
Los aceites industriales usados que se generan en talleres de automoción o industrias, entre otras actividades, deben ser extraídos y almacenados para evitar fugas y derrames debido a su alto poder contaminante, debiéndolos entregar posteriormente a un gestor de residuos autorizado.
Gracias a estas buenas prácticas, durante el pasado año SIGAUS, el Sistema encargado de gestionar este residuo peligroso en España, pudo atender su recogida en 2.197 establecimientos de 247 municipios extremeños, de los que el 93% se ubican en zonas rurales donde existen importantes valores naturales a proteger.
El aceite industrial se consume en numerosos ámbitos empresariales, desde talleres de vehículos e industrias, hasta sectores como el transporte, la construcción, o cualquier actividad en la que haya máquinas, engranajes, turbinas o compresores que requieran el uso de lubricantes para refrigerar, aislar o disminuir la fricción entre piezas. Desde el pequeño generador de energía de un hotel hasta la nevera industrial de un restaurante.
Debido a esta diversidad de usos, la generación de aceites usados resultantes se da de forma muy fragmentada y dispersa en el territorio.
Durante el pasado año SIGAUS recogió en Extremadura una cantidad bruta de 3.305 toneladas de aceites usados, más de la mitad (53%) procedente de talleres de vehículos.
El volumen de aceite usado recuperado se trata de una cantidad mayor que la cantidad de residuo que finalmente es tratado, ya que incluye grandes cantidades de impropios, como agua o sedimentos. Sustancias que, durante el pre-tratamiento, han de separarse para facilitar su gestión final y que, de no gestionarse correctamente, podrían tener un elevado impacto ambiental
BENEFICIOS DE UNA CORRECTA GESTIÓN
La cara amable de este residuo contaminante es que bien gestionado ofrece importantes beneficios ambientales, haciendo posible el ahorro de materias primas, energía y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Las buenas prácticas de los establecimientos que generan aceites usados hacen posible que el residuo, una vez limpio de impropios, sea 100% aprovechado, ya sea como nuevas bases lubricantes o como combustible para uso industrial.
La cantidad neta finalmente gestionada y valorizada por parte de SIGAUS en Extremadura fue de 2.649 toneladas, de las que 1.927 toneladas (casi el 73%) se destinó a regeneración, un tratamiento prioritario en la gestión de los aceites usados que permite extraer aceites base utilizados en la fabricación de nuevos lubricantes.
La cantidad destinada a este tratamiento permitió devolver al mercado 1.284 toneladas de lubricantes, una cantidad que podría servir para el llenado del cárter de 317.000
turismos, el equivalente al 56% del parque móvil de turismos de Extremadura. En términos medioambientales, este tratamiento de los aceites usados hizo posible evitar la emisión a la atmósfera de 5.782 toneladas de CO2.
Los aceites usados que no fueron aptos para ser regenerados se trataron para su posterior valorización energética. El producto resultante es un combustible de uso industrial utilizado en centrales térmicas de generación eléctrica, cementeras, papeleras, equipos marinos, etc., evitando con ello la utilización de otros combustibles tradicionales como el fuel óleo.
A este tratamiento se destinaron el pasado año 722 t que permitieron la generación de una energía equivalente a 8 GWh, como la consumida por el movimiento de todos los trenes del Metro de Madrid durante una semana.
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