Denuncian las condiciones de trabajo en Cardiología de Cáceres

No es la primera vez que contamos esto, en el último año y medio trabajamos en condiciones difíciles y tristes.

Las TCAEs (técnicos en cuidados auxiliares de enfermería) de Cardiología del Hospital Universitario San Pedro de Alcántara trabajamos desde hace año y medio a marchas forzadas, debiendo atender cada una de nosotras a 11-12 pacientes.

Aunque nuestra unidad es Cardiología lo cierto es que se ha convertido en una unidad polivalente y comodín del resto del hospital. Recibimos a numerosos pacientes de Geriatría, Oncología, Hematología, Medicina Interna y Cuidados Paliativos.

Se trata de pacientes frágiles que necesitan tiempo y dedicación para asearlos, movilizarlos, darles de comer y beber, levantarlos mañana y tarde, administrar los tratamientos y cuidados, pero no tenemos ese tiempo, es demasiado para una sola persona, no podemos ofrecer calidad ni la atención mínima que se espera, trabajamos como si estuviéramos en un hospital de campaña, haciendo en cada turno, lo que podemos, como podemos.

A este problema de tener que atender a demasiados pacientes por trabajador hay que añadir que cuando una de nosotras no puede venir a trabajar (por enfermedad u otros motivos), la dirección recurre al mismo personal (que está librando) para cubrir los turnos de las que están de baja o ausentes, aumentando aún más nuestro cansancio, estrés y desánimo.

Este es el mayor problema que tenemos, el prioritario para trabajadores y pacientes, pero hay otras deficiencias que forman un rosario de carencias como no contar decenas de veces con algo tan básico como papel para secarnos las manos (el lavado de manos es una práctica muy frecuente y esencial en nuestro entorno), además en los últimos seis meses no disponemos de sabanas suficientes, que hemos solicitado reiteradamente a la dirección sin respuesta.

Es triste ver que tanto trabajadores como pacientes van siendo olvidados, abandonados a su suerte. La sanidad pública es un tesoro que debemos proteger y son malos tiempos para ella aquí en Cáceres.

No obtenemos respuesta, ni propuestas, ni dialogo por parte de esta áspera y esquiva dirección, así que solo nos queda salir a la calle cada mañana o contarlo en los medios, uniéndonos a las protestas y quejas de otras muchas unidades (porque no es un problema aislado) con la esperanza de que algún gestor quiera enmendar este abandono.