Detectan casos de bullying a niños migrantes en Extremadura

Los datos recabados por el ‘Movimiento Mujeres Migrantes en Extremadura’ muestran un promedio de tres incidencias de acoso escolar por cada niño, niña y adolescente que participa en el programa ‘Voces legítimas: Experiencias de la niñez migrante y refugiada’.

“En el mismo proceso de atención y acompañamiento a infancias migrantes hemos detectado que una de las principales discriminaciones que sufren las niñas y niños es por su procedencia”, explica Tania Irías, coordinadora de la sede del Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura, a 7Días, quien afirma que a eso hay que sumar  "el bullying y acoso escolar general que sufren todos los niños y niñas por su estatura, peso, personalidad, gustos, etc".

Tania expresa la dificultad que afrontan los niños al llegar a España: “Estos niños tienen que adaptarse a un nuevo sistema de escolarización, lo que implica otro desafío a su proceso de adaptación”. Hace referencia también a los niños nacidos en España cuyos padres son de origen migrante y que “cada día enfrentan la dificultad de ser reconocidos como autóctonos, creándoles un sentimiento de no pertenecer aquí ni allá”.

Este acoso desemboca en repercusiones como desinterés escolar, bajo rendimiento o ausentismo, entre otras, cuyo origen “está en las dificultades de inserción, contrario al discurso racista que lo vincula con ‘carencias académicas por venir de países tercermundistas’”.

Una de las madres, que ha solicitado el anonimato por temor a represalias, ha declarado: "Mi hijo tiene 10 años y desde que está escolarizado ha pasado de todo: le han cortado el cabello; lo han agredido a golpes y amenazado que si habla lo golpearan más; le hacen burlas y recientemente en una plática se burlaron de él y de dos compañeritos más que casualmente también son migrantes".

SOBRE EL PROGRAMA VOCES LEGÍTIMAS

El programa ‘Voces legítimas: Experiencias de la niñez migrante y refugiada’ atiende a 50 niños y adolescentes, originarios de Nicaragua, Honduras, Colombia, Venezuela, Perú y Bolivia, los cuales están escolarizados en 12 centros de Mérida. Buscan, con la ayuda del Ayuntamiento, aumentar el radio de acción y llegar a muchos más centros para concienciar antes incluso de la llegada de niños migrantes. Ofrecen talleres de formación con infancia y apoyo emocional con psicólogos a madres y escolares.

El movimiento tiene como finalidad fortalecer la autopercepción identitaria entre la niñez migrante y refugiada y reconocerla como un aporte a la multiculturalidad de la sociedad, así como concienciar a la comunidad educativa y promover valores de tolerancia cero al bullying.