El portavoz de la familia rectifica y reconoce que el móvil de Pablo tenía sangre
10 de Diciembre de 2021
Joaquín Amills, portavoz de la familia de Pablo Sierra y presidente de ‘SOS Desaparecidos’, ha rectificado su propio testimonio vertido ayer jueves confirmando este viernes al programa de Antena 3 ‘Espejo Público’, que efectivamente el teléfono móvil del joven extremeño fue encontrado en las inmediaciones del río Guadiana manchado de sangre.
Aunque se trata de una información (entre otras) que trascendió el primer día y que 7Días decidió no publicar hasta este momento, varios medios regionales la publicaban ayer rectificándose entre ellos hasta que ahora, en palabras de Amills, se confirma la mayor.
Amills añadía que aunque estuviera manchado de sangre “no significa que fuese reciente, ni que sea de Pablo”… “la familia fue informada de ello y le tomaron muestras, así como también al cepillo de dientes y peine de Pablo”, para cotejar el ADN.
El portavoz reiteraba que el hecho de que el móvil apareciera con restos de sangre “no tiene porqué obedecer a que haya habido una pelea”. En cualquier caso la Policía Científica está investigándolo.
Pero este hecho -la aparición del móvil y que estuviera manchado de sangre- es lo que hizo que el dispositivo de búsqueda se pusiera en marcha sin respetar las 24 horas de margen que se establecen para las desapariciones, pues existían a juicio de la Policía Nacional indicios de criminalidad, y en estos casos, las primeras horas son cruciales.
Es por esto, y por las circunstancias en las que Pablo Sierra desapareció, por lo que una de las hipótesis que cobra más fuerza es que Pablo Sierra pudiera haber sufrido una agresión la noche de su desaparición, tal y como 7Días publicó ayer, toda vez que el periodista de La Sexta especializado en el campo, Manuel Marlasca, informará que la Policía baraja esta hipótesis como una de las más probables, aun no descartando otras que pudieran haber acontecido.
Con todo, la investigación, tras una semana, se enfrenta aun a muchas incógnitas que giran alrededor de la desaparición de Pablo Sierra.
LA ÚLTIMA VEZ QUE FUE VISTO
De la misma y por testigos presentes ha trascendido que efectivamente Pablo estuvo en el ‘pub Botanic’, situado en la calle Arco Agüero, aproximadamente dos horas (en el horario comprendido entre las 21:30 / 22:00 horas y las 23:30 / 23:45 horas de la noche del jueves.
Allí fue con dos amigos según testimonio del encargado del pub, quien añadía que Pablo se tomó en ese periodo entre 4 o 5 copas y que al salir del pub se tropezó con otro cliente cayendo el móvil de este último al suelo.
Fue una situación -asegura el encargado- que se solventó de manera amistosa, intercambiándose los números y proponiendo Pablo que correría con los gastos de la reparación de, al parecer, un IPhone.
El portavoz informaba que este cliente está identificado, que la policía ya le ha tomado declaración e incluso ha estado en contacto con la familia.
Tras este incidente, la última vez que se le vio iba acompañado de uno de los amigos con los que salió esa noche, quien le acompañaría hasta la mitad del camino cuando Pablo se dirigía a hacer uso de un taxi para volver a la residencia. Según su amigo (última persona que lo vio) Pablo tenía la intención de coger un taxi, pues recordemos, la RUCAB se encuentra muy distante de Casco Antiguo de Badajoz.
El encargado del pub añadía a las cámaras de ‘Espejo Público’ que en mitad del camino y dejado ya el pub, Pablo se tropezó, incorporándose rápidamente sin mayor dificultad.
A partir de aquí se pierde su rastro, puesto que no ha podido confirmarse que Pablo estuviera en la calle Zurbarán, tal y como se ha apuntado días atrás según testigos que podrían haberle visto en esta calle hasta las 2:00 horas de la madrugada del viernes.
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CÁMARAS, TESTIGOS y TELÉFONO
Aunque ha sido decretado el ‘Secreto de Sumario’ y la Policía continúa recogiendo pistas, sabemos que son tres los elementos claves en el caso:
Por un lado están las cámaras. La de Plaza de España, por ejemplo, confirmaría si Pablo cogió un taxi en la parada que allí hay, o no; mientras que otras del centro de Badajoz ayudarían a saber por dónde pasó a ciertas horas de la noche. Recordemos que se trataba de un jueves universitario y, a pesar de que la afluencia de personas no era tan alta como de costumbre, los pocos locales que estaban abiertos estaban llenos.
Los testigos ya han declarado y como hemos indicado anteriormente, aseguran que Pablo había bebido varias copas, y la última información que ofrece sobre Pablo el amigo que lo acompañaba es que se iba a casa.
El móvil. Se ha convertido en la pieza más importante de la investigación, más aun habiéndose encontrado en un punto tan alejado de la RUCAB por el que los vecinos suelen pasear pero a plena luz del día. De noche es un lugar oscuro no transitado.
En estos casos las antenas son fundamentales, ya que, si en el mismo sitio donde ha dado señal había otro teléfono o se movieron de forma paralela, podría indicar que Pablo iba acompañado, o si alguien lo llevaba encima y finalmente lo arrojó en el lugar donde fue encontrado.
La Policía mantiene informada a la familia en todo momento, según ha detallado el portavoz de la misma, Joaquín Amills. Ellos siguen manteniendo que no se trata de una desaparición voluntaria y que Pablo es “muy responsable y un joven ejemplar”.
SECRETO DE SUMARIO
En paralelo, el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz ya ha decretado el secreto de sumario del caso. Lo hacen para evitar filtraciones que puedan causar distorsiones en la investigación y para no generar alarma social.
En una nueva publicación de La Sexta, de este viernes 10 de diciembre, el periodista Manuel Marlasca apunta a que el hecho de que se declare el secreto de sumario avala la idea de que se trata “de una desaparición forzosa en la que habrían intervenido terceras personas”.
Añadía que la desaparición de Pablo Sierra “ha estado considerada desde el primer momento como de alto riesgo”.
Una desaparición de esta índole en una ciudad como Badajoz, y en el lugar que se ha producido mantiene en vilo a gran parte de la población, a su vez, deseosa de encontrar respuestas a la gran cantidad de interrogantes que se hacen a diario.
Esto choca frontalmente con el secreto de sumario (necesario en estos casos) de ahí a que la información que podemos ofrecer desde los medios de comunicación no satisfaga las incertidumbres de los ciudadanos.
En cualquier caso hay que dejar trabajar con serenidad a la Policía Científica, respetando su labor y esperando que el caso se resuelva a la mayor brevedad posible, a poder ser, con un final feliz para sosiego de gran parte de la población que vive con agitación desde hace una semana.
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