Juicio Manuela Chavero: una testigo relata que Eugenio Delgado la amenazó en Monesterio

Una de las testigos, G.U.C ha relatado una historia sucedida en 2015. Así, recuerda que "eran vacaciones de verano, estábamos toda la familia en casa de mi abuela, alrededor de 12 personas. Salimos a cenar y cuando volvimos en torno a las 03:00 de la mañana, nos dimos cuenta de que los móviles de mi madre y de mi tía estaban rotos con la pantalla destrozada. Empezamos a mirar toda la casa y cuando subí a mi habitación, me di cuenta de que me habían robado 500 euros en efectivo que estaban en mi neceser con la ropa interior”.

“No estaban las puertas forzadas de la casa y el acceso desde casa del vecino a casa de mi abuela, es la medianera que es un muro bajito. Saltar de un lado a otro es muy fácil”, cuenta la testigo. Por esta razón, argumenta que la sensación que tenía era que Eugenio le había robado el dinero y había entrado en casa de sus abuelos.

“Al día siguiente mi pareja fue a hablar con él, y cuando estaba a punto de confesar que había sido él apareció su padre en plan protector y echó a mi novio de mi casa”. Relata que su pareja es psicólogo, y que la sensación que tuvo era de que había cometido los hechos por su actitud.

“Al final se averiguará que nos has robado tú el dinero”, le dijo la testigo a Eugenio. La chica relata que Eugenio la amenazó desde el balcón diciéndole “ten mucho cuidado que tengo muchos amigos en Valencia".

Después de lo sucedido en la casa de sus abuelos, cuenta que “nos levantaron el muro y cambiamos todas las cerraduras de la casa y desde entonces no ha vuelto a suceder nada más".

Asimismo, la joven ha recordado que cuando ella y sus primas eran pequeñas ponían una piscina en el patio de la casa de sus abuelos, que linda con la casa de Eugenio. “Según íbamos creciendo, nosotras nos percatábamos de que él siempre estaba en una escalerita mirándonos ahí escondido, y era muy incómodo”.

Sobre estos hechos, conforme van pasando los años, alega que sentía "una sensación muy mala" porque piensas que "me coge y me lleva", sobre todo porque nosotras éramos muy pequeñitas y él era muy grande. "No sé si esta persona si me lo cruzo por la calle me va a hacer algo", piensa. "Esos veranos sentía desprotección total y mucho miedo".

Al ser preguntada por el suceso de la muerte de Manuela, la testigo recuerda que "la primera persona que me vino a la cabeza fue él".