La tormenta empezó en el Salón de Plenos
24 de Mayo de 2017
Badajoz tiene un problema. La tarde de tormenta daba comienzo a la finalización del Pleno Abierto de mayo, si bien, el inicio y transcurso del mismo tampoco eran ejemplo del objetivo para el que fueron diseñadas estas sesiones.
En un segundo plano quedaban las propuestas y reivindicaciones de los ciudadanos, pasando a ser protagonista en estas celebraciones los conflictos políticos de la ciudad, tan en boca de todos lo últimos meses.
Ante las protestas de los representantes de la oposición, la moderación de la convocatoria fue asumida de manera unilateral por el concejal Antonio Ávila (PP), al que, según indicaron Remigio Cordero y Luis García-Borruel “no correspondía”, incluso el edil no adscrito le recriminó “el PP quiere controlar el Ayuntamiento Abierto”.
Desde su posición de moderador, Ávila relegó a un Borruel que ya representa a la plataforma Juntos por Badajoz, a la bancada del público sin permitirle ejercer funciones de concejal en la tórrida tarde, por la temperatura y el ambiente vivido en el Salón de Plenos del consistorio pacense.
Por otra parte, los capoteos del edil popular -podríamos hablar de una crónica taurina más que política por los envites y estocadas- fueron objeto de las protestas reiteradas por parte de los vecinos asistentes que entendían que no estaba dirigiendo la faena de manera equitativa e imparcial.
En este escenario de tensión, in crescendo por momentos, que era testigo de la primera comparecencia ante la gente de a pie por parte de la nueva portavoz del grupo municipal Ciudadanos, e increpada de manera tímida en el transcurso de la jornada, se desencadenó la tormenta en los minutos finales.
Timón acusó a Luis García-Borruel, respondiendo a preguntas de los allí presentes, de haber realizado “una gestión nefasta” en la negociación de los 21 puntos del acuerdo de investidura con Fragoso.
Así las cosas, acertó Cordero al definir esta reunión como una continuación del Pleno Municipal, las acusaciones de tránsfuga que recibiera el pasado viernes el ahora cabeza visible de la plataforma Juntos por Badajoz, se volvieron contra la portavoz de la formación naranja que recibió todo tipo de improperios: “sinvergüenza”; “tránsfuga”; “vendida” o “corrupta”, que han sido las perlas proferidas por parte de los asistentes a un Ayuntamiento Abierto de una ciudad que tiene un grave problema de conciliación, a buen seguro, derivado de una gestión anómala.
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