OPINIÓN: 50 personas de un Mérida exquisito

El pasado viernes 24 de enero se celebraba en LA ENREDADERA (Mérida) un acto insólito, de cultura rara y de provocación, de los que suele promover esta especie de “club de amigos de vanguardia”, que se precia de organizar iniciativas lúdicas y divertidas, de largo alcance cultural, político y social, pero poco público, aunque muy especial.

La “cueva” que da cobijo a esta cultura libertaria apenas puede albergar a cincuenta o sesenta personas, pero tiene lo justo para lo hondo y para lo pando. Por allí desfilan propuestas culturales atrevidas (“Maldita Cultura Magazine”, de Zafra, fue la última) a las que ahora se suman los CUADERNOS EXTREMEÑOS.

Pese a haber ido recorriendo cada vez más pueblos y ciudades con nuestros CUADERNOS a cuestas, teníamos la espina clavada de Mérida, capital de Extremadura, en la que no lográbamos encontrar gente dispuesta a organizar la presentación de una revista absolutamente atípica y que ofrece unos artículos y unos análisis que se salen de los moldes del aparato periodístico y de la información que circula por esta tierra tranquila y vaciada.

Y allí que nos fuimos. Y para ofrecer un espectáculo digno de este nombre, unimos cultura y gastronomía y les ofrecimos el siguiente montaje:

Un recorrido por los problemas que acucian a Extremadura, como las energías renovables, la dehesa y el monte (con el negocio del fuego de por medio); la hemorragia permanente de la despoblación; el auge de un turismo manifiestamente mejorable; las nuevas tecnologías, que corren que se las pelan; la arquitectura de vanguardia y la bioconstrucción, recuperadora de los materiales que nos interesan; la incógnita sin despejar de la educación; y esa nueva moda diabólica de la minería a cielo abierto que, según dicen “los que saben”, acabará con el paro y traerá por fin el progreso, que ya es decir… Asuntos todos estos que dejaron bien claro cuáles son nuestras preocupaciones y los nuevos retos del territorio extremeño.

Tras ese “paquete”, que fue bien acogido por las cincuenta personas que abarrotaban la sala, dimos paso al mundo de los emprendedores que reservamos en la parte final de los “CUADERNOS EXTREMEÑOS PARA EL DEBATE Y LA ACCIÓN”. En esta ocasión escogimos el queso y el vino para asegurarnos una salida a hombros en este pequeño foso taurino, dicho sea con perdón. Y efectivamente, el éxito estuvo asegurado.

El vino de dos mujeres cultas, viajadas e inteligentes como Amelia y Helena Coloma, junto al Viña Puebla de ese otro gran genio del vino que es Toribio, no podían defraudar. Y si a esto le añaden los quesos de Castrum-Erat y Juancho Madera, entenderán por qué se produjo nuestra salida a hombros.

La apoteosis final vino cuando una mujer, cabrera, ganadera y quesera, instalada recientemente en Mérida, nos contó su experiencia y su lucha contra la burocracia y los elementos (nunca mejor dicho), y sacó de las alforjas sus quesos, que unió a los del resto del festín. Y ya saben que con buen queso y buen vino se anda el camino.

Tras el relato de lo que hay detrás de cada una de estas empresas y del mundo de los emprendedores quedó bien desplegado el contenido de los CUADERNOS EXTREMEÑOS y bien demostrado, además, que el periodismo y la buena información no tienen por qué estar reñidos con la buena gastronomía y con una cultura festiva y divertida. Que no falte el humor.

LA ENREDADERA de Mérida es un espacio de cultura y contracultura que no habrá de pasar inadvertido en la capital extremeña. Es verdad que es un poco ácrata, pero en la fauna que yo vi esa noche había ejemplares de todos los pelajes: desde antiguos jabalíes de la política y la administración hasta jóvenes de todas las profesiones, incluidos diputados y otras gentes de malvivir. Fue una noche encantadora que habrá que repetir cuanto antes.