Se acabó el juego para Puigdemont y compañía
21 de Octubre de 2017
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparecía a las 13:20 horas de esta tarde para informar sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución como respuesta al pulso secesionista catalán.
Rajoy ha comenzado su comparecencia recordando cómo hemos llegado a esta situación, “gracias a un Gobierno catalán contrario a la ley y que ha buscado el enfrentamiento continuamente a través de decisiones unilaterales, que culminaban en un referéndum que el Gobierno de España no podía aceptar”.
Ha recordado también que Puigdemont fue invitado para que diera a conocer sus intenciones, no aceptando la invitación; “el 6 y 7 de septiembre vulneraron los derechos de los diputados de la oposición en el parlament, modificaron el orden del día y el plazo de enmiendas quedó reducido en un debate impropio de una democracia”.
“Acto seguido liquidaron el estatut, aprobaron la ley de referéndum y la ley de transitoriedad, hasta que quedara aprobada la nueva”, quedando todo ello suspendido por el Tribunal Constitucional.
Más tarde intentaron hacer un referéndum pretendiendo dar valor a algo que había sido prohibido por el Constitucional. Teniendo este proceso su culmen el pasado 10 de octubre, cuando adoptaron las resoluciones en el Parlament.
¿HABÍAN O NO DECLARADO LA INDEPENDENCIA?
Sobre la aplicación tardía del Artículo 155, el presidente ha argumentado que “podríamos haberlo hecho antes, pero preferimos actuar con prudencia, responsabilidad, sentido común, intentando una rectificación, pero no quisieron”.
“Tengo la impresión de que algunos pensaban que queríamos aplicar el 155, no lo voy a afirmar porque no nos ha quedado otra, pero no se pueden hacer peor las cosas”, en referencia a la Generalitat.
DIÁLOGO
Ha asegurado rotundamente que “nadie planteó nunca por parte de la Generalitat diálogo, lo que pretendían era imponer al gobierno lo que sabían que no íbamos a hacer”.
Le invitamos a la conferencia de presidentes, a hablar sobre la financiación, que acudiera a los grupos de trabajo, y no quiso. Lo único que hicieron es liquidar la ley y poner en marcha una legalidad paralela”.
Sobre el propio diálogo ha manifestado que “no significa que los demás tengamos que aceptar obligatoriamente sus exigencias, el diálogo fuera de ley es antidemocrático, lo que querían es imponer y eso no es diálogo”.
“Hemos tenido que aplicar el 155, no era nuestro deseo o intención, no lo fue nunca, pero lo aplicamos porque ningún gobierno pueda aceptar que se viole la ley, esta es la razón”.
CUATRO OBJETIVOS
Sobre los objetivos de la aplicación ha enumerado cuatro:
El primero volver a la legalidad; el segundo recuperar la normalidad y la convivencia; el tercero continuar con la recuperación económica, en evidente peligro en Cataluña; y el cuarto y último celebrar elecciones en situación de normalidad.
RECUPERACIÓN ECONÓMICA
Ha querido Rajoy hacer hincapié en este punto por considerarlo de enorme relevancia, expresando que “es uno de los temas donde más han faltado a la verdad, sobre todo en los supuestos efectos positivos que tendría la independencia”.
Muy lejos de esa realidad paralela, lo que está ocurriendo es que se han trasladado sedes sociales y fiscales en un número que supera los 1000, la mayor parte de las grandes empresas; se ha desmotivado el turismo, tan importante para el PIB catalán; ello sumado a que si Cataluña se independizara tendría que abandonar la Unión Europea y la Organización Mundial del Comercio (OMC), pasando a ser un país tercero; todas las facilidades del Banco Central Europeo (BCE) desaparecerían; y ello produciría una inflacción desproporcionada traducida en un empobrecimiento del 25% del PIB.
MEDIDAS INMINENTES
“Solicitamos al Senado -para proteger el interés general de España- la adopción de las siguientes medidas”:
Primero, proceder al cese de Puigdemont, su vicepresidente y consejeros (los ministerios asumirán la responsabilidad); segundo: la administración de la Generalitat continuará funcionando bajo directrices y órganos designados por el Gobierno Central; y tercero: el presidente del Parlament no podrá proponer candidato y no podrán celebrar votación de investidura.
Rajoy ha finalizado expresando que “no suspendemos la autonomía de Cataluña, sino que cesamos a las personas que han puesto a Cataluña fuera de la ley”.
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