¿Cuánto cuesta una comunión en Extremadura?
22 de Abril de 2025
Para muchas familias, afrontar la comunión de su hijo requiere hacer sacrificios y ajustes. Vestimenta, zapatos, recordatorios, fotografías, regalos para los invitados y, por supuesto, el banquete, pueden disparar la cuenta final.
En cuanto a la vestimenta y complementos, si lo que se pretende es que la niña se sienta princesa por un día, lo más adecuado será elegir un vestido de organdí, que puede costar entre los 133 y 495 euros. Pero además del vestido, la niña necesitará una serie de complementos como una diadema (entre 7 y 45 euros), un lazo, un bolso, o un rosario, que costará entre los 15 y 80 euros, y unos zapatos entre los 31 y 60 euros. Todo ello puede alcanzar el montante final de casi 789 euros si optamos por la opción más cara. O no superar los 216 euros si nos decantamos por la opción más asequible, de entre los artículos analizados.
En este punto, no podemos olvidar la opción de alquiler de un traje de comunión, que es una opción bastante más asequible. Actualmente, hay muchas empresas que se dedican a este negocio, donde podremos vestir completamente a nuestro comulgante desde los 70 euros, abonando una fianza de 30 euros, que se reembolsará cuando se devuelva el traje, siempre y cuando se encuentre en perfectas condiciones.
En el caso de los niños, la ropa será menos costosa para nuestro bolsillo ya que, si optamos por el traje de almirante, este está entre los 152 y 445 euros. Ahora bien, si prefiere un traje que el niño pueda aprovechar para ponérselo en otras ocasiones, puede elegir un traje de chaqueta que podremos encontrar desde los 90 euros hasta los 200 euros, aunque le tendrá que añadir una corbata o pajarita u otro tipo de complementos como tirantes o cinturón, así como los zapatos. En este caso la opción más cara, si eligiéramos el traje de almirante superaría los 500 euros, mientras que la más económica no llegaría a los 180 euros. Si optáramos por el traje de calle, la opción más cara llegaría a los 320 euros y la más barata se quedaría en 117 euros.
En cuanto al banquete, lo más interesante desde el punto de vista económico sería preparar unos aperitivos o un banquete en casa para la familia. Pero hoy en día, cada vez son más las personas que optan por celebrarlo “a lo grande”, y unos simples canapés no les bastan. A la hora de concretar el banquete podemos encontrar todo tipo de precios. Normalmente, lo que se hace es negociar con el gerente del restaurante y elegir un precio de menú. Incluso hay muchos locales en los que, por un precio determinado, ofrecen distintos tipos de menús, según los gustos de los comensales. Así, nos podemos encontrar menús de 100 euros por persona (lo que supondría que el banquete de 30 invitados que estamos preparando nos costaría 3.000 euros), hasta un menú mucho más económicos de unos 25 euros por persona (lo que supondría un gasto final de 750 euros en el banquete). Hay que decir que los menús ya vienen montados, y que estos incluyen unos entrantes, un primero, un segundo, postre, y las bebidas (refrescos, agua, vino o cerveza) en el precio final.
Otro aspecto a tener en cuenta es consultar en el restaurante, si existe la posibilidad de encargar un menú especial para niños, normalmente casi todos ofrecen este menú con un precio que no suele bajar de los 15 euros. Estos menús suelen incluir platos menos elaborados que los demás, y que normalmente son preferidos por los más pequeños, como nuggets de pollo, croquetas, empanadillas o calamares.
Otro de los servicios más demandado en las comuniones es el carrito de golosinas o dulces. Respecto a esta partida, sin duda lo más económico sería montarlo nosotros mismos. No obstante, si preferimos encargarlo, debemos saber que los propios restaurantes los ofrecen, al igual que empresas que se dedican a la decoración y montaje de este tipo de eventos. Si optamos por hacerlo nosotros mismos, el precio puede estar en torno a los 60 euros, si la opción es contratar una empresa o el propio restaurante este gasto puede llegar hasta los 400 euros, según los gustos y lo que quiera incluirse en el carro.
Para inmortalizar la celebración, lo más habitual es que se la propia iglesia o el colegio encargue a un fotógrafo que haga un reportaje a todos los niños que ese día celebran su comunión, y que después se dividan los gastos entre todos, encargando cada familia tantas copias como desee, el precio medio de este gasto está en 100 euros. No obstante, el precio de una sesión de fotos para comunión, con video y álbum, podría rondar entre los 200 y 600 euros, aunque dependiendo del tipo de servicio, el fotógrafo de comunión podría variar su presupuesto.
Por otro lado, cada vez más familiares deciden contratar un servicio de animación infantil para que consiga amenizar la fiesta y que los más pequeños se diviertan a lo grande. Este tipo de servicio conlleva la contratación de uno o varios profesionales que personalizarán su espectáculo en función del evento y los protagonistas de la fiesta. El precio medio de una animación para comunión podría ser de 450 euros. Hay quienes incluyen en estos actos, castillos hinchables, photocall, monitores para actividades infantiles, toros mecánicos, etc…
¿Es necesario?
La pregunta que muchas familias se hacen en voz baja. ¿De verdad hace falta invertir tanto en una comunión? La respuesta es no, pero la presión está ahí. Aunque muchas madres y padres desearían algo más sencillo, el miedo a “quedarse cortos” o que sus hijos se sientan menos que otros niños hace que, al final, se termine gastando más. El marketing y la industria también empujan: escaparates de comunión que parecen bodas, redes sociales llenas de decoraciones dignas de un cuento de hadas, y empresas especializadas en comuniones que ofrecen desde coches clásicos hasta espectáculos de magia.
Desde la Unión de Consumidores recomendamos elaborar un presupuesto, ver qué gastos podemos tener, concretar una partida aproximada sobre posibles imprevistos que puedan surgir y otros posibles gastos. Pero, sobre todo, esta planificación debe estar conforme a nuestras posibilidades económicas, y no tirar por alto, para que no nos suponga luego un auténtico esfuerzo. Cuanto antes se empiece con la planificación de la primera comunión, mejor se puede repartir el gasto.
Por otro lado, también debemos priorizar lo importante. ¿Qué es esencial para tu familia y qué es prescindible? y, por supuesto, buscar otras opciones como comprar de segunda mano, alquilar la vestimenta, celebrar en casa o hacer los detalles a mano. Por último, a la hora de realizar nuestra planificación o presupuesto, no olvides romper con el “qué dirán”: Cada familia es diferente, y una comunión sencilla puede ser igual (o más) especial.
Una vez que tenemos el presupuesto, nuestra recomendación es comparar precios, porque aquí es donde podemos ahorrar. Si hablamos del vestido del niño o la niña que realiza la primera comunión, que se acompaña de muchos complementos, es evidente que no vamos a encontrar un establecimiento en el que todo, en su conjunto, sea más barato: en un sitio lo será la ropa, en otro lo serán los complementos. Esta labor comparativa nos puede servir para ahorrar algunos euros.
Hay muchos gastos que son completamente prescindibles, como son la mesa de chuches, la animación extra, los recuerdos, los photocall, etc...
Por último, para evitar deudas lo más aconsejable es celebrar una fiesta acorde a las posibilidades reales de la familia. Si se desea hacer un gasto grande y contratar un crédito -opción poco recomendable-, hay que informarse bien de las condiciones y de la letra pequeña, teniendo especial cuidado con los créditos rápidos, ya que habitualmente tienen un interés muy alto, en torno al 20%, frente al 6 u 8% de nuestra entidad habitual.
Una comunión no tiene que ser lujosa para ser especial. Lo que queda es la emoción del día, los abrazos, las risas y los recuerdos bonitos. Y todo eso se puede conseguir… ¡Sin romper el presupuesto!
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