OPINIÓN: A Fragoso se le atragantan los olmos de San Fernando

Las reacciones, que a cualquier persona pueden resultar obvias y justas, no se han hecho esperar. Y no han sido una o dos, no, han salido en defensa de su sombra: vecinos, asociaciones, partidos políticos,… que conforman ya un nutrido grupo de personas frente a las intenciones del equipo de Gobierno de eliminar los seis preciados olmos que se ubican en la mediana de la arteria principal de San Fernando.

No tendrán suficiente los vecinos de La Estación con la demora de su piscina, los incendios cercanos a sus casas, la falta de uso del hornabeque, baches, parques mal cuidados,… como para encima dejarles sin sombra.

Titulaba muy feliz un medio de la competencia que Carolina Coronado pasaría a tener flores en lugar de sombra, como si los vecinos de esta populosa barriada fueran a acoger entusiasmados la feliz idea. Ambos, medio y equipo de Gobierno, se daban en cuestión de minutos de bruces con la realidad.

Las redes sociales reaccionaban ipso facto contrarias a la feliz idea con una convocatoria ciudadana en plena avenida, mostrando así la espontánea contrariedad de varios colectivos y vecinos.

A partir de entonces no han hecho más que sumarse voces que no han cesado de advertir a Fragoso y su equipo de Gobierno de la estupidez y ocurrencia de la intención de talar los seis frondosos olmos.

De facto, para este jueves 9 de agosto a las 20:30 horas, ya hay convocada una manifestación nacida desde esa espontánea contrariedad y a la que por el momento se han sumado numerosos colectivos, todos los partidos de la oposición, y que contará con la presencia de vecinos de la barriada contrarios a la feliz idea.

Además, ha llamado poderosamente la atención que la eliminación de los seis olmos y su sustitución por rosas costaría a los pacenses 180.000 euros o eurazos (como cada uno quiera verlo), habiendo surgido multitud de ideas en las redes sociales sobre en qué podría destinar tal cantidad de dinero el alcalde de Badajoz.

¿Mi propuesta personal? bien podrían ubicar las florecitas en las jardineras de la plaza de La Soledad, secas desde hace años; o en las laderas de la Alcazaba, negras como todos los años; o en el Baluarte de Trinidad, el mismo que costó un millón de eurazos reventar de arriba abajo y que bien merece unas florecitas a tenor del exceso de cemento y tierra; o en la subida a la Biblioteca de Extremadura desde Puerta de Capitel, secarral con el que se encuentran los turistas en su visita a la Alcazaba,…

Parece que surgen muchos destinos infinitamente mejores para esas rosas que la ocurrencia de talar árboles en una avenida necesita de ellos.

A menudo se ha afirmado que las flores ganan elecciones y de ello sabía mucho Miguel Celdrán, quien supo mejor que nadie adornar la ciudad para disfrute visual de los pacenses. Antídotos estéticos que manejó como nadie, con la gran diferencia de que Miguel sabía dónde, cuándo y por qué.

Francisco Javier, escuche a la ciudadanía que para las elecciones queda un embarazo y San Fernando con todos mis respetos no es La Banasta.