OPINIÓN: Y menos mal que era un partido de fútbol masculino
21 de Mayo de 2018
Es una expresión que no recuerdo haber utilizado en mi vida. Me sorprendería mucho haberla empleado en público. Y me horrorizaría haberla usado en los medios de información, ya sea en prensa, radio, televisión, medios digitales, redes sociales, etcétera.
Estaba convencido de que ya no se usaba. Por eso mismo me asombró oírla el domingo por la tarde, en Canal Extremadura Radio, durante el programa dedicado a contar lo que ocurre por los campos de fútbol de la región.
“A fulanito (el nombre se me borró instantáneamente) le está tocando bailar con la más fea”, dijo el compañero informante.
No podía dar crédito a lo que acababa de escuchar. Y aún menos a través de Canal Extremadura. Y mucho más en boca de una persona a la que, por el tono de voz, supongo joven, y por esa misma juventud, nada propensa a resucitar los viejos latiguillos machistas.
Porque esa frase, que cosifica y menosprecia a la mujer, me parece machista. Aunque no sea esa la intención y se diga sin caer en la cuenta de lo que se está diciendo, que poco o nada tiene que ver con lo que se quería decir. Es más, creo que es una frase misógina y, por supuesto, viejuna.
Ya sé que lo ‘políticamente correcto’ constituye a veces una carga muy pesada, ya que después de tantos siglos de anteponer lo masculino a lo femenino es muy difícil, cuando no imposible, encontrar expresiones neutrales, que no neutras, para referirse a todo el mundo sin dejar de lado a una parte.
Pero hay que seguir intentándolo. Y sobre todo hay que huir como de la peste de esas expresiones absolutamente superadas por la realidad y fácilmente sustituibles por otras que no menosprecien ni a las mujeres ni a los hombres ni a nadie.
Y especialmente hay que hacerlo en los medios de información y mucho más en los medios de información públicos. Porque, ¿de qué sirven las listas paritarias y los institutos de la mujer y toda la palabrería oficial si luego, al hablar de que un futbolista tiene dificultades para controlar a un contrario, se abre el cajón del olvido para airear, a través de la ventana radiofónica pública, una frase tan apolillada como esa?
Y menos mal que el partido era de fútbol masculino.
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